Dios te bendiga
grandemente.
El Salmo 84 versículos 5-7
dice:
Bienaventurado el hombre que
tiene en ti sus fuerzas,
En cuyo corazón están tus caminos.
Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente,
Cuando la lluvia llena los estanques.
Irán de poder en poder;
Verán a Dios en Sion.
En cuyo corazón están tus caminos.
Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente,
Cuando la lluvia llena los estanques.
Irán de poder en poder;
Verán a Dios en Sion.
Cuántos desiertos has
atravesado, quizás hoy estés en medio de uno, atrapado, sin salida y sin saber
qué hacer.
Cuando hablamos de
desierto, generalmente nos referimos a un lugar solitario, sin caminos
definidos, un lugar donde cuesta sobrevivir, peligroso y con continuos cambios
drásticos.
Un desierto puede
entenderse como una etapa o un proceso. Para algunos puede ser un proceso de
carácter, para otros de confianza, para otros de paciencia resistencia y
aguante. Sea para lo que sea, un desierto en términos figurados se convierte en
una transición necesaria, ya que hay cosas que no se aprenden de otro modo si
no viviéndolas.
Ningún desierto es
fácil de atravesar y aunque son difíciles y dolorosos, debemos entender que son
necesarios e inevitables.
Atravesar por un
desierto deja ver a través de lo que vivimos lo que aún no conocemos de
nosotros mismos; así mismo, se convierte en el mejor lugar con las condiciones
necesarias para ver a Dios obrar.
Los desiertos nos
obligan a depender continuamente de Dios.
Para muchos un desierto
en la vida aparece en este tránsito de abandono de nuestra vida pecaminosa
hacia una gloriosa libertad.
En medio del desierto,
debe morir todo deseo de volver atrás, rendirse y abandonar para abrazar una
decisión de seguir adelante no importando lo duro de la adversidad.
Un desierto parece
interminable, pero sirve para sacarnos del lugar donde estamos cómodos y
confiados y donde pensamos que no hay nada más. En medio del desierto Dios se
manifiesta para hacernos saber que Él tiene mejores cosas para nosotros.
La historia del pueblo
de Dios atravesando el desierto es fascinante y edificante, ya que nos permite
ver cómo es el trato de Dios con nosotros en esta experiencia.
Respondamos la
siguiente pregunta:
¿Cómo nos sentimos y qué
actitudes aparecen cuando atravesamos un desierto en la vida?
PRIMERO. Muchas veces
pensamos que vamos a morir y que no seremos capaces de salir.
Éxodo capítulo 14
versículo 11 dice:
Y dijeron a Moisés: ¿No había
sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por
qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto?
SEGUNDO. En medio de un
desierto tendemos a recordar el pasado.
Éxodo capítulo 16
versículo 3 dice:
y les decían los hijos de
Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto,
cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta
saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda
esta multitud.
Son una cantidad de
sentimientos que aparecen cuando estamos atravesando un desierto, generalmente
nos sentimos solos, incapaces, abandonados, desesperados, llenos de temores y
miedos y aún muchas veces con deseos de morir.
Cuando estamos en el
desierto y enfrentamos situaciones difíciles, generalmente pensamos que todo
está perdido; pero es bajo estas situaciones donde Dios quiere que aprendamos a
través de las experiencias.
Al enfrentar peligros,
escasez e inconveniencias, nos quejamos amargamente y el enfrentar todas estas
situaciones nos causa estrés; cuando eso sucede, nuestra respuesta natural es
la queja y en estos momentos no podemos analizar la causa del estrés que es en
muchos casos la falta de confianza en Dios.
TERCERO. Cuando
atravesamos un desierto muchas veces comenzamos a murmurar.
Éxodo capítulo 16
versículo 2 dice:
Y toda la congregación de
los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto.
Muchas veces partiendo
de nuestro poco entendimiento de las cosas, comenzamos a culpar a otros por la
situación que vivimos y poco nos preguntamos acerca del por qué estamos allí.
CUARTO. Cuando
atravesamos un desierto comúnmente comenzamos a quejarnos y aparece el deseo de
volver atrás.
Números capítulo 14
versículos 2-3 dice:
Y se quejaron contra Moisés
y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Ojalá
muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos!
¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto?
¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto?
Cuando perdemos la
perspectiva, nos vemos atrapados en la emoción del momento y nos olvidamos de
lo que conocemos acerca del carácter de Dios.
Te pregunto: ¿Qué
pasaría si gastáramos la misma energía con la que nos quejamos en marchar hacia
adelante en medio del desierto?
¿Acaso no es mucho más
provechoso marchar hacia la meta que sentarnos a quejarnos murmurar y renegar?
Cando llegue la
desesperación, tomemos en cuenta el panorama completo antes de querer regresar,
quizás haya cosas mejores en las que podamos utilizar nuestras energías en
lugar de quejarnos.
Muchos también se
preguntarán ¿qué desea Dios que yo haga mientras estoy atravesando este
desierto?
Dios es muy claro al
respecto.
PRIMERO. Dios no quiere
que todo sea lamento, Él quiere que hagamos fiesta en el desierto y que nos gocemos
en él mientras lo atravesamos.
Éxodo capítulo 5
versículo 1 dice:
Después Moisés y Aarón
entraron a la presencia de Faraón y le dijeron: Jehová el Dios de Israel dice
así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto.
SEGUNDO. Mientras
estamos atravesando por un desierto, Dios desea que nuestra adoración y
servicio a Él no se detenga.
Éxodo capítulo 7 versículo
16 dice:
y dile: Jehová el Dios de
los hebreos me ha enviado a ti, diciendo: Deja ir a mi pueblo, para que me
sirva en el desierto
Debido a que muchos se
preguntan acerca de cuál es el papel de Dios o qué hace por nosotros mientras
atravesamos por el desierto, lo siguiente, son 3 cosas que Dios quiere que
sepamos si estamos atravesando por un desierto en nuestras vidas
LO PRIMERO que Dios
quiere que sepamos, es que Él ha de estar con nosotros en el proceso.
Deuteronomio capítulo 2
versículo 7 dice:
pues Jehová tu Dios te ha
bendecido en toda obra de tus manos; él sabe que andas por este gran desierto;
estos cuarenta años Jehová tu Dios ha estado contigo, y nada te ha faltado.
Dios es un Dios
comprometido con el proceso o con lo que ha permitido en nuestras vidas. Él
sabe dónde nos ha puesto y no se desentenderá de nosotros.
LO SEGUNDO que Dios
quiere que sepamos, es que Él nos hablará en medio del desierto para que tengamos
claridad hacia donde Él quiere llevarnos.
Éxodo capítulo 19
versículo 3 dice:
Y Moisés subió a Dios; y
Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y
anunciarás a los hijos de Israel:
Si Dios nos permite una
situación, Él no nos dejará morir en ella, Él buscará la manera de hablarnos
para darnos consuelo, descanso y claridad en el proceso.
LO TERCERO que Dios
quiere que sepamos, es que en medio del desierto Él nos guía.
Deuteronomio capítulo 1
versículos 31-33 dice:
Y en el desierto has visto
que Jehová tu Dios te ha traído, como trae el hombre a su hijo, por todo el
camino que habéis andado, hasta llegar a este lugar.
Y aun con esto no creísteis a Jehová vuestro Dios,
quien iba delante de vosotros por el camino para reconoceros el lugar donde habíais de acampar, con fuego de noche para mostraros el camino por donde anduvieseis, y con nube de día.
Y aun con esto no creísteis a Jehová vuestro Dios,
quien iba delante de vosotros por el camino para reconoceros el lugar donde habíais de acampar, con fuego de noche para mostraros el camino por donde anduvieseis, y con nube de día.
Leamos además los
siguientes textos:
Éxodo capítulo 13
versículos 21-22 dice:
Y Jehová iba delante de
ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en
una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de
noche.
Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego.
Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego.
Dios dio a su pueblo
una columna de nube y de fuego para que supieran día y noche que estaba con
ellos guiándolos siempre.
Te preguntarás ¿qué nos
ha dado a nosotros para que tengamos la misma seguridad?
Hoy no contamos con la
nube y el fuego de manera visible, pero sí tenemos la Palabra de Dios y la
presencia del Espíritu Santo para experimentar la guía de Dios y su
acompañamiento.
La Palabra de Dios y el
Espíritu Santo, son el medio por el cual Dios nos guía, nos consuela, nos anima,
nos dirige, nos corrige y nos habla con certeza de lo que nos espera después de
atravesar cada desierto.
Por medio de la Palabra
de Dios y su Santo Espíritu, nuestro Padre celestial nos alumbra el camino, nos
preserva de nuestros enemigos, nos proporciona seguridad, controla nuestras
avanzadas y nos guía constantemente.
La nube y el fuego se
movían de acuerdo a la voluntad de Dios, no eran meramente fenómenos naturales,
eran vehículos de la presencia de Dios y evidencia visible de la dirección y
movimiento de su pueblo.
Cuando seguimos la
dirección de Dios sabemos que estamos donde Dios quiere que estemos. Por esta
razón, en vez de orar: Dios, ¿ahora qué quieres que haga? Pregúntale: Dios, ¿qué
es lo que quieres que haga mientras estoy aquí en este lugar?
Recuerda que Dios tiene
un propósito al colocarte donde te encuentras ahora.
Se que has notado que
la nube sólo se detiene de desierto en desierto y esto hace que aparezca la
queja y la murmuración; pero escúchame bien: no debemos porque temer; no
importa el lugar hacia donde Dios nos dirija, si Él está con nosotros todo
estará bien.
Si no hay pan, Él hará llover
maná del cielo. Si no hay agua, Él sacará agua de la roca y si hay un mar
frente a nosotros Él lo abrirá para que lo atravesemos.
Dios te bendiga
grandemente.
Tres cosas que Dios
quiere que sepas si estás atravesando un desierto.
Dios te bendiga
grandemente.
El Salmo 84 versículos 5-7
dice:
Bienaventurado el hombre que
tiene en ti sus fuerzas,
En cuyo corazón están tus caminos.
Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente,
Cuando la lluvia llena los estanques.
Irán de poder en poder;
Verán a Dios en Sion.
En cuyo corazón están tus caminos.
Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente,
Cuando la lluvia llena los estanques.
Irán de poder en poder;
Verán a Dios en Sion.
Cuántos desiertos has
atravesado, quizás hoy estés en medio de uno, atrapado, sin salida y sin saber
qué hacer.
Cuando hablamos de
desierto, generalmente nos referimos a un lugar solitario, sin caminos
definidos, un lugar donde cuesta sobrevivir, peligroso y con continuos cambios
drásticos.
Un desierto puede
entenderse como una etapa o un proceso. Para algunos puede ser un proceso de
carácter, para otros de confianza, para otros de paciencia resistencia y
aguante. Sea para lo que sea, un desierto en términos figurados se convierte en
una transición necesaria, ya que hay cosas que no se aprenden de otro modo si
no viviéndolas.
Ningún desierto es
fácil de atravesar y aunque son difíciles y dolorosos, debemos entender que son
necesarios e inevitables.
Atravesar por un
desierto deja ver a través de lo que vivimos lo que aún no conocemos de
nosotros mismos; así mismo, se convierte en el mejor lugar con las condiciones
necesarias para ver a Dios obrar.
Los desiertos nos
obligan a depender continuamente de Dios.
Para muchos un desierto
en la vida aparece en este tránsito de abandono de nuestra vida pecaminosa
hacia una gloriosa libertad.
En medio del desierto,
debe morir todo deseo de volver atrás, rendirse y abandonar para abrazar una
decisión de seguir adelante no importando lo duro de la adversidad.
Un desierto parece
interminable, pero sirve para sacarnos del lugar donde estamos cómodos y
confiados y donde pensamos que no hay nada más. En medio del desierto Dios se
manifiesta para hacernos saber que Él tiene mejores cosas para nosotros.
La historia del pueblo
de Dios atravesando el desierto es fascinante y edificante, ya que nos permite
ver cómo es el trato de Dios con nosotros en esta experiencia.
Respondamos la
siguiente pregunta:
¿Cómo nos sentimos y qué
actitudes aparecen cuando atravesamos un desierto en la vida?
PRIMERO. Muchas veces
pensamos que vamos a morir y que no seremos capaces de salir.
Éxodo capítulo 14
versículo 11 dice:
Y dijeron a Moisés: ¿No había
sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por
qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto?
SEGUNDO. En medio de un
desierto tendemos a recordar el pasado.
Éxodo capítulo 16
versículo 3 dice:
y les decían los hijos de
Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto,
cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta
saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda
esta multitud.
Son una cantidad de
sentimientos que aparecen cuando estamos atravesando un desierto, generalmente
nos sentimos solos, incapaces, abandonados, desesperados, llenos de temores y
miedos y aún muchas veces con deseos de morir.
Cuando estamos en el
desierto y enfrentamos situaciones difíciles, generalmente pensamos que todo
está perdido; pero es bajo estas situaciones donde Dios quiere que aprendamos a
través de las experiencias.
Al enfrentar peligros,
escasez e inconveniencias, nos quejamos amargamente y el enfrentar todas estas
situaciones nos causa estrés; cuando eso sucede, nuestra respuesta natural es
la queja y en estos momentos no podemos analizar la causa del estrés que es en
muchos casos la falta de confianza en Dios.
TERCERO. Cuando
atravesamos un desierto muchas veces comenzamos a murmurar.
Éxodo capítulo 16
versículo 2 dice:
Y toda la congregación de
los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto.
Muchas veces partiendo
de nuestro poco entendimiento de las cosas, comenzamos a culpar a otros por la
situación que vivimos y poco nos preguntamos acerca del por qué estamos allí.
CUARTO. Cuando
atravesamos un desierto comúnmente comenzamos a quejarnos y aparece el deseo de
volver atrás.
Números capítulo 14
versículos 2-3 dice:
Y se quejaron contra Moisés
y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Ojalá
muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos!
¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto?
¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto?
Cuando perdemos la
perspectiva, nos vemos atrapados en la emoción del momento y nos olvidamos de
lo que conocemos acerca del carácter de Dios.
Te pregunto: ¿Qué
pasaría si gastáramos la misma energía con la que nos quejamos en marchar hacia
adelante en medio del desierto?
¿Acaso no es mucho más
provechoso marchar hacia la meta que sentarnos a quejarnos murmurar y renegar?
Cando llegue la
desesperación, tomemos en cuenta el panorama completo antes de querer regresar,
quizás haya cosas mejores en las que podamos utilizar nuestras energías en
lugar de quejarnos.
Muchos también se
preguntarán ¿qué desea Dios que yo haga mientras estoy atravesando este
desierto?
Dios es muy claro al
respecto.
PRIMERO. Dios no quiere
que todo sea lamento, Él quiere que hagamos fiesta en el desierto y que nos gocemos
en él mientras lo atravesamos.
Éxodo capítulo 5
versículo 1 dice:
Después Moisés y Aarón
entraron a la presencia de Faraón y le dijeron: Jehová el Dios de Israel dice
así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto.
SEGUNDO. Mientras
estamos atravesando por un desierto, Dios desea que nuestra adoración y
servicio a Él no se detenga.
Éxodo capítulo 7 versículo
16 dice:
y dile: Jehová el Dios de
los hebreos me ha enviado a ti, diciendo: Deja ir a mi pueblo, para que me
sirva en el desierto
Debido a que muchos se
preguntan acerca de cuál es el papel de Dios o qué hace por nosotros mientras
atravesamos por el desierto, lo siguiente, son 3 cosas que Dios quiere que
sepamos si estamos atravesando por un desierto en nuestras vidas
LO PRIMERO que Dios
quiere que sepamos, es que Él ha de estar con nosotros en el proceso.
Deuteronomio capítulo 2
versículo 7 dice:
pues Jehová tu Dios te ha
bendecido en toda obra de tus manos; él sabe que andas por este gran desierto;
estos cuarenta años Jehová tu Dios ha estado contigo, y nada te ha faltado.
Dios es un Dios
comprometido con el proceso o con lo que ha permitido en nuestras vidas. Él
sabe dónde nos ha puesto y no se desentenderá de nosotros.
LO SEGUNDO que Dios
quiere que sepamos, es que Él nos hablará en medio del desierto para que tengamos
claridad hacia donde Él quiere llevarnos.
Éxodo capítulo 19
versículo 3 dice:
Y Moisés subió a Dios; y
Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y
anunciarás a los hijos de Israel:
Si Dios nos permite una
situación, Él no nos dejará morir en ella, Él buscará la manera de hablarnos
para darnos consuelo, descanso y claridad en el proceso.
LO TERCERO que Dios
quiere que sepamos, es que en medio del desierto Él nos guía.
Deuteronomio capítulo 1
versículos 31-33 dice:
Y en el desierto has visto
que Jehová tu Dios te ha traído, como trae el hombre a su hijo, por todo el
camino que habéis andado, hasta llegar a este lugar.
Y aun con esto no creísteis a Jehová vuestro Dios,
quien iba delante de vosotros por el camino para reconoceros el lugar donde habíais de acampar, con fuego de noche para mostraros el camino por donde anduvieseis, y con nube de día.
Y aun con esto no creísteis a Jehová vuestro Dios,
quien iba delante de vosotros por el camino para reconoceros el lugar donde habíais de acampar, con fuego de noche para mostraros el camino por donde anduvieseis, y con nube de día.
Leamos además los
siguientes textos:
Éxodo capítulo 13
versículos 21-22 dice:
Y Jehová iba delante de
ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en
una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de
noche.
Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego.
Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego.
Dios dio a su pueblo
una columna de nube y de fuego para que supieran día y noche que estaba con
ellos guiándolos siempre.
Te preguntarás ¿qué nos
ha dado a nosotros para que tengamos la misma seguridad?
Hoy no contamos con la
nube y el fuego de manera visible, pero sí tenemos la Palabra de Dios y la
presencia del Espíritu Santo para experimentar la guía de Dios y su
acompañamiento.
La Palabra de Dios y el
Espíritu Santo, son el medio por el cual Dios nos guía, nos consuela, nos anima,
nos dirige, nos corrige y nos habla con certeza de lo que nos espera después de
atravesar cada desierto.
Por medio de la Palabra
de Dios y su Santo Espíritu, nuestro Padre celestial nos alumbra el camino, nos
preserva de nuestros enemigos, nos proporciona seguridad, controla nuestras
avanzadas y nos guía constantemente.
La nube y el fuego se
movían de acuerdo a la voluntad de Dios, no eran meramente fenómenos naturales,
eran vehículos de la presencia de Dios y evidencia visible de la dirección y
movimiento de su pueblo.
Cuando seguimos la
dirección de Dios sabemos que estamos donde Dios quiere que estemos. Por esta
razón, en vez de orar: Dios, ¿ahora qué quieres que haga? Pregúntale: Dios, ¿qué
es lo que quieres que haga mientras estoy aquí en este lugar?
Recuerda que Dios tiene
un propósito al colocarte donde te encuentras ahora.
Se que has notado que
la nube sólo se detiene de desierto en desierto y esto hace que aparezca la
queja y la murmuración; pero escúchame bien: no debemos porque temer; no
importa el lugar hacia donde Dios nos dirija, si Él está con nosotros todo
estará bien.
Si no hay pan, Él hará llover
maná del cielo. Si no hay agua, Él sacará agua de la roca y si hay un mar
frente a nosotros Él lo abrirá para que lo atravesemos.
Dios te bendiga
grandemente.
MIRA EL VIDEO👇
No hay comentarios.:
Publicar un comentario