martes, 21 de mayo de 2019

9 cosas que Dios quiere que sepas si estas en pruebas y aflicciones.


Dios te bendiga grandemente.

Salmos 34:18-19 dice:
Claman los justos, y Jehová oye,
Y los libra de todas sus angustias.
18 Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón;
Y salva a los contritos de espíritu.
19 Muchas son las aflicciones del justo,
Pero de todas ellas le librará Jehová.

Si estás viviendo pruebas y aflicciones, lo más probable es que no sepas qué hacer, que no entiendas lo que está pasando, que no le encuentres ningún sentido y que desconozcas lo que Dios piensa en cuanto al momento que vives.

Dios quiere hablarte y lo hace con la intención de alentarte, consolarte, animarte y darte entendimiento de su plan en este momento de tu vida.

Si estás viviendo pruebas y momentos difíciles, Dios quiere que sepas lo siguiente:

PRIMERO. Las pruebas y aflicciones que Dios permite no son una pérdida de tiempo, por el contrario, terminan siendo productivas ya que creceremos en paciencia y aprenderemos a esperar en Dios con mucha más confianza; la paciencia a su vez ayudará a nuestra perfección de carácter y todo servirá para tu progreso y no para tu destrucción.

Romanos 5: 3-4 dice:
Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;
5:4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza.

Santiago 1:4 dice:
Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.

Filipenses 1:12 dice:
Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio.

La esperanza crece a medida que nos enteramos de todo lo que Dios tiene en mente para nosotros.

Cuando parece en tu vida que el sufrimiento es más la regla que la excepción, la Palabra de Dios nos enseña que Dios tiene tu triunfo asegurado.

Dios te quiere enseñar que la tribulación es productiva.
Tu dirás ¿acaso la tribulación por sí sola no produce pérdidas, dolor y tristeza?
Déjame decirte que es aquí donde está lo maravilloso y sobrenatural, ya que las tribulaciones mezcladas con la gracia de Dios nos llevan a un estado donde somos beneficiados y edificados.

En Dios las tribulaciones nos dejarán como fruto perfección, cabalidad, paciencia, esperanzada y progreso.

Lo SEGUNDO que Dios quiere que sepas, es que Él está trabajando tu fe.

1 Pedro 1:7 dice:
para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.

Las contrariedades de la vida hacen fuerte nuestra débil fe.

La fe no probada puede ser genuina, pero es sin duda, una fe débil y lo más probable es que mientras esté sin ser aprobada permanezca así.

Si en el mar reina la calma, no existe barca a velas que pueda navegar.
Puedes extender como quieras las velas, la nave no marchara, pues en un mar dormido la abarca también duerme.

Deja que los vientos soplen y que las aguas se agiten, pues es así como el barco puede llegar al puerto deseado; aunque se mueva de un lado al otro y aunque por momentos nos salpique el agua, todo es necesario para poder avanzar.

La fe nuestra, cuanto más es agitada en las tribulaciones, más crece en firmeza, seguridad e intensidad.

Lo TERCERO que Dios quiere que sepas, es que Él no se esconde; por el contrario, en medio de las pruebas y aflicciones nos fortalece, nos consuela y está atento a nuestra oración.

Salmo 22: 24 dice:
Porque no menospreció ni abominó la aflicción del afligido,
ni de él escondió su rostro;
sino que cuando clamó a él, le oyó.

Jeremías 16:19 dice:
Oh Jehová, fortaleza mía y fuerza mía, y refugio mío en el tiempo de la aflicción…

2 Corintios 1:5 dice:
Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación.

Dios no es como muchos que se van a la hora de la dificultad, Él siempre estará presente monitoreando la situación hasta que obtengamos el fruto que Él desea que obtengamos.

No te preocupes si te sientes débil, Dios no te dejará desfallecer, y tampoco te preocupes si sientes dolor en lo profundo de tu alma pues pronto llegará tu consolación.

Recuerda que el Señor mismo vivió gran angustia y tribulación y Él sabrá darnos la Palabra y la caricia precisa para nuestro consuelo.

Salmo 107:13 dice:
Luego que clamaron a Jehová en su angustia,
Los libró de sus aflicciones.

Los que en el pasado clamaron a Dios en medio de su angustia y desespero fueron escuchados y atendidos y Dios no encuentra razones para no atenderte y escucharte a ti quien se acerca a Él en el nombre de Jesús.

CUARTO. Dios te dice: Confía.
Evangelio de Juan 16:33 dice:
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

Ten confianza, ya que cualquier cosa que te cause aflicción, el Señor también las tuvo que enfrentar; Él nos hace saber que en este mundo no faltarán las aflicciones, pero toda aflicción Él la enfrentó y venció, y también nos enseñará a nosotros a vencer.

Recuerda que Él venció, Él no fue derrotado por nada y aun cuando la muerte daba voces de celebración creyendo que le podía retener, Él se levantó de entre los muertos y esa victoria también es nuestra.

Mira lo que dice el Salmo 91:14-15
Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré;
le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
91:15 Me invocará, y yo le responderé;
con él estaré yo en la angustia;
lo libraré y le glorificaré.

QUINTO. No te enfoques en el presente doloroso, enfócate en el futuro y en lo que Dios hará.
Santiago 5:11 dice:
He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo.

El texto dice, que Dios después de haberle permitido la prueba a Job, se mostró para con él misericordioso y compasivo. Por un momento tuvo pérdidas, pero Dios fue poderoso y aumentó al doble todo lo que había perdido.

Dios no cambia, por lo que no debes afligirte contemplando todo lo que en este momento está pasando a tu alrededor, ya que Dios tiene preparado un gran final donde no quedaremos avergonzados si no glorificados.

Lo SEXTO que Dios quiere que sepas, es que de todo Él nos librará.
Salmo 34:19 dice:
Muchas son las aflicciones del justo,
Pero de todas ellas le librará Jehová.

Parece extraño, pero el texto dice que el íntegro enfrenta muchas dificultades; muchos son los que dicen: “sufren más los hijos de Dios que los impíos” tal vez, pero la gran diferencia, es que en nosotros todo obra para bien y Dios nos da seguridad de su control por medio de sus promesas.

A menudo deseamos escapar de los problemas, el dolor, la angustia, tristezas y fracasos que constantemente nos abaten. cuando todo esto llegue, no te decepciones de Dios; Él ha prometido librarnos, sino de ellos, si en ellos de lo que quiera hacernos daño más allá de lo que Dios ha permitido por su soberana voluntad.

Lo SÉPTIMO que Dios quiere que sepas, es que el dolor y el sufrimiento presente no son mayores que la gloria que vendrá.
Romanos 8:18 dice:
Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.

Si ponemos en una balanza las aflicciones del tiempo presente de un lado, y la gloria que Dios tiene reservada para nosotros del otro, indudablemente la balanza se inclinará a favor de lo que Dios nos ha prometido.

Si crees que tus problemas, aflicciones y pruebas son grandes, compáralos con la grandeza de Dios y saca conclusiones; sin duda, Dios es gigante frente a ellos.

Lo OCTACO que Dios quiere que sepas, es que seremos coronados al soportar.
 Santiago 1:12 dice:
Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.

En el mundo en que vivimos no se otorga ninguna medalla ni se da ningún premio al que es probado y atraviesa aflicciones; por el contrario, quien sufre es tenido como débil y menospreciado; pero no así en el Reino de Dios, ya que Dios premia y corona al que soporta la prueba.

La corona de vida, para el que padece no representa gloria y honor en la tierra, pero tiene un gran peso en la eternidad ya que representa vivir para siempre al lado de nuestro buen y eterno Dios.

Dios prospera y recompensa al que permanece fiel bajo cualquier situación.

Dios no dejará sin recompensar tu fidelidad y firmeza mostrada en medio de la adversidad. Él tiene una forma de vida espiritual más elevada y un gozo supremo para los que le aman. ¿Por qué para los que le aman? porque los que le aman soportarán en la hora de la adversidad.

Lo NOVENO y último que Dios quiere que sepas, es que la tribulación y la angustia no nos podrá separar del amor de Dios.

Escúchame bien: Podrás perder todo y te podrán quitar todo, pero nunca te podrán separar del amor de Dios.

Ninguna aflicción de esta vida podrá cortar el vínculo de amor y amistad que existe entre Cristo y nosotros.

No importa lo que pase y donde estemos, el amor de Dios nunca nos dejará.

Nuestro Dios no quiere que sus hijos sean infelices y, por lo tanto, Él por medio de su Espíritu Santo nos consuela. En otras palabras, Dios hará lo necesario para que en medio de la aflicción sintamos alivio. Él nos ayudará, nos hablará y por medio de sus buenas Palabras nos consolará. Su presencia nos llenará de ánimo, confortará nuestra alma y permitirá que encontremos sosiego en Él.

Debemos confiar en la eterna sabiduría de Dios; Él no nos permite nada fuera de tiempo.

Las pruebas y aflicciones no hay que buscarlas, Dios hace la selección necesaria, basándose en el conocimiento que tiene de nosotros.

Gózate en las tribulaciones y permite que tu fe crezca y se desarrolle hasta que desarraigue las montañas y supere las imposibilidades.

Dios y Padre celestial, en el nombre de Jesús en esta hora te pido para que fortalézcas la vida de todos aquellos que están en aflicciones, que sean conscientes de tus propósitos en medio de ellas, para que les des ánimo y traigas consuelo a su corazón.
Permite Señor que puedan experimentar tu gracia, tu misericordia, tu compasión y poder en medio de cualquier situación difícil.
Tu Palabra dice Señor, que muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas Tú les libras.
Libra los corazones, guárdalos Señor en medio de cualquier situación difícil, que su fe Señor amado prevalezca y que puedan ver el fruto de tu grandeza de tu cuidado y de tu protección.
Padre Santo, todo esto te lo pido porque tú eres poderoso y no te separas de tus hijos en medio de cualquier situación difícil.
Gracias Señor por tu compañía y confiamos y esperamos en ti. En el nombre de Jesús. Amén.


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