viernes, 5 de abril de 2019

Esta oración hizo Cristo por ti.

Cuán grande y maravilloso es saber, que nuestro Señor Jesucristo haya orado por nosotros cuando estuvo aquí en la tierra; si, y aunque te cueste creerlo, Él oró por ti.

¿Dónde se encuentra esta oración en la Biblia?

Esta oración la encontramos en el capítulo 17 del Evangelio según San Juan.

En toda su oración, Nuestro Señor Jesucristo mostró un profundo amor por aquellos por quienes rogaba al Padre.

Lo que Cristo hizo en su oración, fue hablar al Padre en favor nuestro.

El oró por todos los que en ese momento se encontraban presentes, pero también oró por todos los creyentes en todos los tiempos.
El versículo 20 dice:
Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos


No fueron muchas las peticiones que hizo, pero si las necesarias en pro de nuestra bendición y beneficio espiritual.

La primera petición que Cristo hizo por ti, la conoceremos leyendo el versículo 11 del capítulo 17 del Evangelio según San Juan que dice:
Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.

La primera petición que Jesucristo hizo por nosotros es para que Dios nos preserve.
Esto supone que hay un peligro, este peligro viene del mundo y por eso nuestro Señor Jesucristo rogó que seamos guardados de los peligros que están en el mundo. Guárdalos dijo Nuestro Señor Jesucristo; en otras palabras, guárdalos por tu amor y tu sabiduría cueste lo que les cueste, guárdalos del mal, guárdalos del tentador para que no vacile su fe, preservarlos de la aflicción que en el mundo tendrán y guárdalos a través de ella.


La segunda petición que Nuestro Señor Jesucristo hizo por nosotros en su oración, la conoceremos leyendo el versículo 15 que dice:
No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. 

En su segunda petición por nosotros, Nuestro Señor Jesucristo pedía, no para que se nos quitase del mundo, sino para que seamos guardados y usados por Dios en el; y a pesar de que en este mundo nos toca enfrentar la impaciencia por las contrariedades de la vida, aflicciones, necesidades y demás; existen las siguientes razones por las que nuestro Señor desea que sigamos aquí.

La primera es: Porque debemos llevar a cabo el propósito de Dios con nosotros en este mundo.

La segunda es: Por compasión, ya que Dios no puede quitar de este mundo a aquellos de quienes Él dijo que eran luz y sal de la tierra.

La tercera razón es: Porque aún hay quienes han de creer en el Señor por la Palabra que nosotros hemos de predicar.

La voluntad de Dios no es que seamos retirados de manera cobarde de este mundo y así huir de los problemas y aprietos y temores que en el se presentan; su voluntad es que como buenos soldados peleemos la buena batalla. Él ha prometido guardarnos y darnos la victoria.

La tercera petición que Nuestro Señor Jesucristo hizo por nosotros al Padre, la conoceremos leyendo el versículo 17 que dice:
Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. 

En otras palabras, asegura en ellos buenas decisiones para que perseveren en hacer lo bueno y que su luz brille más y más. Padre, que tu obra sea completa en ellos y que crezcan en santidad hasta el final y todo esto por medio de tu Palabra. Tu Palabra que es verdad, tu Palabra que es pura y sin mancha alguna, tu Palabra que contiene la verdad entera, eterna, sin defecto y sin fin.

La cuarta petición que Nuestro Señor Jesucristo hizo por nosotros, la conoceremos leyendo el versículo 21 que dice:
Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. 

En otras palabras; Padre, te pido que todos formen un bloque sólido y unánime como creyentes, como familia, como amigos, como hermanos. Que sean uno, no sólo en el corazón para sentir lo mismo, sino también que hablen una misma cosa. Que tengan todos la misma disposición e inclinación en todo lo fundamental de doctrina y práctica; en sus objetivos y afanes, en sus deseos y en sus oraciones; y aunque pertenezcan a diferentes culturas y por tanto tengan distinta mentalidad y fraseología, que luchen de corazón por los mismos objetivos y por las mismas cosas.


Y La quinta petición de Nuestro Señor Jesucristo por nosotros, la conoceremos leyendo el versículo 24 que dice:
Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.

La petición aquí de Nuestro Señor Jesucristo, es para que el Padre glorifique al lado suyo a todos los que han creído en Él.
Esta petición revela el deseo de Nuestro Señor Jesucristo para con nosotros. El cual es, que nosotros estemos para siempre junto a Él.

El cielo es cielo, porque Dios está allí y nuestra felicidad es completa sólo cuando estamos donde está nuestro Señor y Dios.

Dios no te quiere lejos de Él, te quiere cerca, y por esta razón te ha perdonado todos tus pecados.

Es un grande consuelo para todos los creyentes, el que Cristo mismo nos haya encomendado al cuidado de nuestro Padre celestial.

Nuestro Señor Jesús nos dejó al cuidado divino, el cual es constante y permanente.

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1 comentario:

  1. Amén Dios Padre seleatial protegerá a todos los que emos creído en el me alegro y meda un gozo único por poder y entender llas promesas Gracias mi señor Jesucristo Aleluya Amén Amen.

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