¿Dónde se encuentra
esta oración en la Biblia?
Esta oración la
encontramos en el capítulo 17 del Evangelio según San Juan.
En toda su oración,
Nuestro Señor Jesucristo mostró un profundo amor por aquellos por quienes
rogaba al Padre.
Lo que Cristo hizo en
su oración, fue hablar al Padre en favor nuestro.
El oró por todos los
que en ese momento se encontraban presentes, pero también oró por todos los
creyentes en todos los tiempos.
El versículo 20 dice:
Mas no ruego
solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra
de ellos
No fueron muchas las
peticiones que hizo, pero si las necesarias en pro de nuestra bendición y
beneficio espiritual.
La primera petición
que Cristo hizo por ti, la conoceremos leyendo el versículo 11 del capítulo 17
del Evangelio según San Juan que dice:
Y ya no estoy en
el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me
has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.
La primera petición
que Jesucristo hizo por nosotros es para que Dios nos preserve.
Esto supone que hay
un peligro, este peligro viene del mundo y por eso nuestro Señor Jesucristo
rogó que seamos guardados de los peligros que están en el mundo. Guárdalos dijo
Nuestro Señor Jesucristo; en otras palabras, guárdalos por tu amor y tu
sabiduría cueste lo que les cueste, guárdalos del mal, guárdalos del tentador
para que no vacile su fe, preservarlos de la aflicción que en el mundo tendrán
y guárdalos a través de ella.
La segunda petición
que Nuestro Señor Jesucristo hizo por nosotros en su oración, la conoceremos
leyendo el versículo 15 que dice:
No ruego que los
quites del mundo, sino que los guardes del mal.
En su segunda petición
por nosotros, Nuestro Señor Jesucristo pedía, no para que se nos quitase del
mundo, sino para que seamos guardados y usados por Dios en el; y a pesar de que
en este mundo nos toca enfrentar la impaciencia por las contrariedades de la
vida, aflicciones, necesidades y demás; existen las siguientes razones por las
que nuestro Señor desea que sigamos aquí.
La primera es: Porque debemos llevar a cabo el propósito
de Dios con nosotros en este mundo.
La segunda es: Por compasión, ya que Dios no puede quitar
de este mundo a aquellos de quienes Él dijo que eran luz y sal de la tierra.
La tercera razón es: Porque aún hay quienes han de creer
en el Señor por la Palabra que nosotros hemos de predicar.
La voluntad de Dios
no es que seamos retirados de manera cobarde de este mundo y así huir de los
problemas y aprietos y temores que en el se presentan; su voluntad es que como
buenos soldados peleemos la buena batalla. Él ha prometido guardarnos y darnos
la victoria.
La tercera petición
que Nuestro Señor Jesucristo hizo por nosotros al Padre, la conoceremos leyendo
el versículo 17 que dice:
Santifícalos en
tu verdad; tu palabra es verdad.
En otras palabras,
asegura en ellos buenas decisiones para que perseveren en hacer lo bueno y que
su luz brille más y más. Padre, que tu obra sea completa en ellos y que crezcan
en santidad hasta el final y todo esto por medio de tu Palabra. Tu Palabra que
es verdad, tu Palabra que es pura y sin mancha alguna, tu Palabra que contiene
la verdad entera, eterna, sin defecto y sin fin.
La cuarta petición
que Nuestro Señor Jesucristo hizo por nosotros, la conoceremos leyendo el
versículo 21 que dice:
Para que todos
sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en
nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.
En otras palabras; Padre,
te pido que todos formen un bloque sólido y unánime como creyentes, como
familia, como amigos, como hermanos. Que sean uno, no sólo en el corazón para
sentir lo mismo, sino también que hablen una misma cosa. Que tengan todos la
misma disposición e inclinación en todo lo fundamental de doctrina y práctica;
en sus objetivos y afanes, en sus deseos y en sus oraciones; y aunque
pertenezcan a diferentes culturas y por tanto tengan distinta mentalidad y
fraseología, que luchen de corazón por los mismos objetivos y por las mismas
cosas.
Y La quinta petición
de Nuestro Señor Jesucristo por nosotros, la conoceremos leyendo el versículo
24 que dice:
Padre, aquellos
que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para
que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la
fundación del mundo.
La petición aquí de
Nuestro Señor Jesucristo, es para que el Padre glorifique al lado suyo a todos
los que han creído en Él.
Esta petición revela
el deseo de Nuestro Señor Jesucristo para con nosotros. El cual es, que
nosotros estemos para siempre junto a Él.
El cielo es cielo,
porque Dios está allí y nuestra felicidad es completa sólo cuando estamos donde
está nuestro Señor y Dios.
Dios no te quiere lejos
de Él, te quiere cerca, y por esta razón te ha perdonado todos tus pecados.
Es un grande consuelo
para todos los creyentes, el que Cristo mismo nos haya encomendado al cuidado
de nuestro Padre celestial.
Nuestro Señor Jesús
nos dejó al cuidado divino, el cual es constante y permanente.
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Amén Dios Padre seleatial protegerá a todos los que emos creído en el me alegro y meda un gozo único por poder y entender llas promesas Gracias mi señor Jesucristo Aleluya Amén Amen.
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