Efesios cap. 5
versículo 18 dice: No os embriaguéis con vino, en lo cual hay
disolución; antes bien sed llenos del Espíritu.
¿Qué significa ser
lleno del Espíritu Santo?
¿Qué es la llenura
del Espíritu Santo?
Para comenzar este
tema, lo primero que vamos a hacer es reconocer la presencia del Espíritu Santo
en cada creyente nacido de nuevo, a través de la Biblia
En el Evangelio según
San Juan cap. 14 versículo 16 y 17 el Señor Jesús dijo: Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador,
para que esté con vosotros para siempre: 17el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque
no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y
estará en vosotros.
Jesús prometió que al
irse enviaría al Espíritu Santo para que estuviera con nosotros para siempre.
En Romanos cap. 8
versículo 11 dice: Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en
vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también
vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
Y 1 Corintios cap. 6
versículo 19 dice: ¿O ignoráis que vuestro
cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual
tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
Para poder entender
este tema, lo primero que debes hacer es llenarte de fe y creer que el Espíritu
de Dios está en ti y mora en ti desde el momento en que fuiste salvo y desde el
momento en que naciste de nuevo.
La presencia del Espíritu
Santo es real en cada creyente y sin el Espíritu Santo de Dios no pudiéramos
vivir para Dios.
Para poder ser llenos
del Espíritu Santo, necesitas convencerte primero de la presencia poderosa y
real del Espíritu Santo de Dios en tu vida como hijo de Dios.
La llenura del Espíritu
Santo no la podemos reducir solamente a experiencias espirituales, somos morada
plena del Espíritu Santo desde el momento de nuestra salvación.
No esperemos recibir
más, la llenura del Espíritu Santo es vivir controlado y dominado por el Espíritu
Santo.
Ser lleno del
Espíritu Santo, implica el desplazamiento de nuestra personalidad para Él entronarse
con su personalidad en nosotros.
Ser llenos del Espíritu
Santo significa: Dios viviendo a través de nosotros, por medio de su Espíritu
para que dondequiera que estemos su vida pueda ser manifestada.
Dios en ti, es todo
lo que necesitas. El Espíritu es vida, la vida de Dios y si es la vida de Dios,
son las emociones de Dios, es la voluntad de Dios, es la fe de Dios, es el amor
de Dios, es el deseo de Dios, todo esto está en la vida y todo esto está en ti
al momento de ser lleno del Espíritu Santo.
Ser llenos del Espíritu
Santo, es el reemplazo de nuestra vida por su propia vida. Dios se dio así mismo
a nosotros cuando nos dio su Espíritu Santo.
Si estás lleno del Espíritu
Santo, estás lleno de libertad, porque donde está el Espíritu de Dios allí hay
libertad.
Si estás lleno del Espíritu
Santo, estás lleno de poder, porque la Palabra de Dios enseña pero recibiréis
poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo.
El estar lleno del Espíritu
Santo, es estarás lleno de vida, pues la Palabra de Dios dice: El que cree en
mí, dijo Jesús, de su interior correrán ríos de agua viva.
Al estar lleno del Espíritu
Santo, estamos llenos de entendimiento, pues el Espíritu Santo, es el Espíritu
de verdad y quien nos guiará a toda verdad.
Gobernados plenamente
por la persona del Espíritu Santo, estamos llenos de vida, de libertad, de
poder y de verdad. Libertad para vivir para Dios haciendo su voluntad, vida
para vivir en medio de este mundo lleno de muerte y soplar aquellos que la
necesita. Poder para decidir hacer la voluntad de Dios y libertad para que
nuestros pies siempre sean dirigidos en el camino del Señor.
Cuando cedamos de tal
manera que el Espíritu Santo tome el control pleno de nuestras vidas,
desarrollaremos una ferviente y viva comunión con Dios, comenzaremos a
experimentar que el Espíritu de Dios ora en nosotros y por nosotros, pues la Palabra
enseña que pedir como conviene no lo sabemos, pero el Espíritu de Dios
intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Los hombres y mujeres
llenos del Espíritu de Dios son almas encendidas para Dios, ellos aman con un
amor que reluce, creen con una fe ferviente, sirven con una devoción que
consume, odian el pecado con firmeza que quema y se regocijan con un gozo que
resplandece.
Al momento que
permitamos que el Espíritu Santo viva su vida a través de nosotros, veremos sus
frutos florecer en nuestras vidas, pues el Espíritu Santo trae consigo amor,
gozo, paz, paciencia benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza y la única
manera de vencer las obras y deseos de la carne, es permitiendo que el Espíritu
de Dios gobierne todas las áreas de nuestra vida.
Si el Espíritu de
Dios está en ti, debes despertar tu fe a creer que todo lo que está en Él está
en ti.
Al ser lleno del Espíritu
Santo, se afirma el conocimiento de Dios, trae seguridad en la oración y poder
en el servicio.
La llenura del Espíritu
Santo es la plena presencia del glorioso Espíritu de Dios gobernando y
manifestándose poderosamente en nuestro ser, desplazando nuestras vidas para
manifestar la vida de Jesucristo el Hijo de Dios, a través de cada uno de
nosotros y a través de toda la Iglesia en general.
Toda plenitud de vida,
toda certeza de la promesa, toda victoria sobre el pecado, toda victoria sobre
la carne, todo está en el poder interior del Espíritu Santo en el creyente.
Ser llenos del Espíritu
Santo, es Dios desplazándonos para manifestarse en su resplandor a través de un
vehículo llamado la Iglesia.
El apóstol Pablo dijo:
ya no vivo yo más vive Cristo en mí. Es necesario que el Espíritu Santo se entrone
en la totalidad de nuestras vidas, para que no quede en nosotros ningún ídolo y
ningún espacio sin la influencia del poder y el control del Espíritu Santo.
Dios no te dio el
Espíritu Santo para compartir Él su vida con la tuya, Dios te dio su Espíritu
para desplazar tu propia vida y para Él gobernar y entronarse en ti. Nosotros
solamente somos el templo, Él mora en nosotros y tenemos que permitir que Él
con todo su esplendor se manifieste a través de cada uno de nosotros en todo
momento y donde quiera que estemos.
Juan el Bautista dijo:
Es necesario que yo mengüe para que Él crezca.
El Señor dijo: Si
alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo tome su cruz y sígame.
No podemos quedarnos
con nada si pretendemos vivir llenos del Espíritu Santo, tenemos que entregarlo
todo en el altar, tenemos que ofrecerle todo nuestro ser y nuestro corazón a Dios
en el altar y permitir que Él gobierne, se entrone y se apodere de todo nuestro
corazón y de todo nuestro ser.
Ser lleno del Espíritu
Santo no es darle un cuarto, no es darle la mitad, sino es darle la totalidad
de nuestro corazón.
Para poder ser lleno
del Espíritu Santo, debes darle muerte a todo lo que tú eres y comenzar a dejar
vivir al Espíritu Santo de Dios a través de ti en toda su totalidad.
No hay mejor vida que
Dios viviendo su vida a través de nosotros.
Si quieres tener una vida victoriosa, si quieres
tener una vida en libertad, si quieres tener una vida llena de amor, si quieres
tener una vida llena de gracia, si quieres tener una vida llena del favor de
Dios, la respuesta es: Debemos ser llenos del Espíritu Santo.
Dios viviendo en
nosotros y manifestándose a través de nosotros, se constituye en la respuesta
para el mundo en que vivimos.
La mejor forma de ser
efectivos en todo lo que hacemos, es permitiendo que el Espíritu de Dios viva
su vida, con su poder, con su gracia, con su gloria a través de cada uno de
nosotros.
Somos el templo del
Espíritu Santo y Él no comparte su templo con ningún ídolo.
Limpiemos pues y
dejemos que Él lo llene todo.
La intención de este
ejemplar en formato PDF es que sirva para tu propio uso, o para que lo
compartas con amigos que tengan interés.
No debe ser vendido o
usado con fines lucrativos.
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