martes, 5 de febrero de 2019

Como Orar en medio de las pruebas

Cada uno de nosotros enfrentamos pruebas y aflicciones, pero a menudo en medio de ellas no sabemos cómo dirigirnos a Dios.

Respondamos a la siguiente pregunta: ¿Realmente Dios nos pone a prueba?

La Palabra de Dios nos da la respuesta. Leamos en 1 Pedro cap. 1 versículos 6 y 7 dice: En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.

Santiago cap. 1 versículo 2 y 3 dice: Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, 3sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. 

Concluimos entonces, que es evidente que Dios prueba a sus hijos y es evidente que Dios prueba nuestra fe.

Bíblicamente Dios prueba nuestro carácter y Bíblicamente Dios cada día través de las aflicciones trata con cada uno de nosotros.

Hagamos la siguiente aclaración: El hecho de que Dios nos someta a prueba, no quiere decir de que no seamos sus hijos, no quiere decir de que estemos en pecado y no quiere decir de que Dios nos haya desechado. Somos hijos de Dios, Él nos ha elegido, pero es necesario que Él lleve a cabo su voluntad en cada uno de nosotros y muchas veces en nuestras vidas el permita aflicciones, pruebas y sufrimientos.

Ninguno de nosotros a voluntad quisiéramos estar sometidos a momentos de dolor y de sufrimiento, pero es necesario ya que en esos momentos es donde Dios trabaja en cada uno de nosotros para amoldarnos a la imagen de su Hijo.

Contestemos entonces la siguiente pregunta: ¿Es realmente necesario que Dios me someta a prueba?

Debemos aceptar las pruebas como parte del proceso de refinamiento que consumen las impurezas y nos preparan para nuestra reunión con Cristo.

Las pruebas nos enseñan a ser pacientes, nos ayudan a crecer para que seamos el tipo de persona que Dios quiere que seamos.

Nuestras pruebas y dificultades fortalecen nuestra fe y nos hacen útiles para Dios.

Así como el oro es sometido a un proceso de refinamiento a través de altas temperaturas y fuerte calor para luego quitar todas sus impurezas, así Dios también nos somete a pruebas para que emerja de nosotros toda imperfección para luego Él quitarla de nosotros.

Te pregunto: ¿Cómo aprenderíamos a confiar plenamente en Dios si no somos probados?

¿Cómo tendremos una relación más profunda con Dios si no somos llevados a momentos donde reconozcamos que sólo Él nos puede ayudar?

Las pruebas abrillantan nuestra fe y nuestro carácter.

Debemos ver las pruebas como un proceso de aprendizaje y de grande crecimiento para nuestras vidas.

sólo en medio de las pruebas llegamos a conocer la profundidad de nuestro carácter, quienes somos en sí, como respondemos a los momentos de dificultad y como nos comportamos en medio de ellos.

La voluntad de Dios es glorificarse en medio de nosotros, por medio de nosotros y no solamente librarnos del dolor y de la angustia.

En ocasiones es necesario primero crecer hacia abajo para poder echar raíces y las pruebas evidentemente nos ayudan en este proceso.

Ahora respondamos a la pregunta central del tema: ¿Cómo debemos orar en medio de las pruebas?

¿Cómo debo dirigirme a Dios cuando estoy atravesando un momento difícil?

Cuando no entiendo, cuando no comprendo lo que sucede ¿Cómo oro a Dios, cuando sé que vendrá una calma pero estoy en medio de la tormenta?

En la Palabra de Dios encontramos el más sublime ejemplo. En San Mateo cap. 26 versículo 39 encontramos el momento del Señor en Getsemaní y su oración dice la Palabra: Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú. Luego en el versículo 42 dice: Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.

En medio de las pruebas, Dios nunca deja de ser nuestro Padre, nuestro guardador; por eso el Señor Jesús dijo en medio de su oración: Padre mío.

La segunda frase de la oración del Señor fue: Si es posible pase de mí esta copa.

Es evidente que el Señor estaba en profunda angustia y grande tristeza, el momento que Él iba a afrontar era difícil, Él sabía lo que le iba a sobrevenir y como muchos de nosotros simplemente no quisiéramos estar en momentos de sufrimiento; pero es en esos momentos donde debemos confiar que Dios es un Dios que no se equivoca, donde debemos confiar que Dios es un Dios que siempre sabe lo que hace.

La última frase de la oración del Señor en medio de su prueba fue: Hágase tu voluntad. ¿Qué se necesita para decirle a Dios hágase tu voluntad?
Se necesita confianza en los planes de Dios.
Se necesita obediencia en cada paso del camino.
Se necesita humildad y un grande temor a Dios.
No se necesita saber qué sucederá al final, pero si se necesita saber que Dios está trabajando y que todo resultará en un gran bien para nosotros.

Al decirle a Dios hágase tu voluntad, estamos diciendo: Dios tu eres quien gobierna; estamos diciendo, tu plan para conmigo es perfecto, cúmplelo; estamos diciendo, tu todo lo sabes y todo lo conoces.

Al decirle a Dios hágase tu voluntad, estamos diciendo: Yo sé que tú me amas y yo confío en ti.

En medio de las pruebas nunca debemos olvidar que Dios siempre tiene el control de todas las cosas, que nos da la fortaleza para atravesar cualquier sea la dificultad, el problema y la aflicción.

Nunca debemos olvidar, que Él está trabajando, que todo lo que está permitiendo en nuestras vidas es para nuestro bien.

Siempre recordemos que Dios está trabajando en nosotros, está amoldando nuestro carácter, que nos está capacitando para mejores cosas.

Cuando estés en medio de las pruebas, acuérdate que es necesario que Dios te ensanche para que puedas recibir y asimilar lo que Dios trae para ti.

Cuando estés en medio de las pruebas, no creas que todo se acabó o que sea el final, sino piensa que apenas es el inicio de grandes cosas que Dios está comenzando a traer a tu vida.

Sometámonos pues a su perfecta voluntad, confiemos en Él, que Él cuida de cada uno de nosotros.

La intención de este ejemplar en formato PDF es que sirva para tu propio uso, o para que lo compartas con amigos que tengan interés.
No debe ser vendido o usado con fines lucrativos.


Oidores y Hacedores

DESCARGAR PDF

MIRA EL VIDEO👇


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

El versículo que debes conocer si le has fallado a Dios

Ministerio Oidores & Hacedores Por el pastor: Jaiver Caro El versículo que debes conocer si le has fallado a Dios Dios te be...