¿Porque Dios no concede mis peticiones?
Esta una pregunta que a menudo nos hacemos.
El salmo cap. 37 versículo 4 y 5 nos enseña
lo siguiente: Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu
corazón. Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará.
El Salmista David nos llama a deleitarnos en
el Señor y a entregarle todo lo que tenemos y hacemos; pero ¿cómo hacemos esto?
¿Cómo me deleito en Jehová?
¿cómo encomiendo a Él todas las cosas?
Deleitarse significa: Experimentar gran
placer y gozo en la presencia de alguien, esto sucede cuando conocemos muy bien
a esa persona; por lo tanto, para deleitarnos en el Señor, debemos conocerle y
estar consciente de su grande amor.
Deleitarse significa: Entregarle a Dios tu
amor.
Deleitarnos en Jehová significa: Que el Señor
se convierta en nuestra delicia.
Deleitarse significa: Amar al Señor con
ternura,
Deleitarse significa: Darle a Dios el primer
lugar en nuestra vida.
Deleitarse en Jehová significa: Escoger la
mejor parte como lo hizo María, la hermana de Lázaro. María escogió sentarse a
los pies de Jesús para oír su palabra, pero Marta se preocupaba con muchos
quehaceres y se le olvidó que lo primero es escuchar al Maestro.
Si nos deleitamos en el Señor, el plantará en
nuestro corazón las peticiones que traen paz y satisfacción duradera y no
aquellas cosas que creemos necesitar.
Cuando nos deleitamos en Dios, Él alineará
nuestras peticiones a su voluntad; y si pedimos cualquier cosa conforme a su
voluntad sabemos que tenemos las peticiones que hayamos hecho.
No hay oración más poderosa que aquella que
hacemos conforme a la voluntad de Dios.
Recordemos las palabras del apóstol Pablo
cuando dijo: Ciertamente lo tengo todo por basura para ganar a Cristo.
San Mateo cap.6 versículo 33 dice: Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas
cosas os serán añadidas.
Ten siempre en cuenta que si honras a Dios, Él
te honrará; si le das el primer lugar, Dios cuidará y se encargará de todos tus
asuntos.
El versículo 5 del Salmo 37 dice: Encomienda a Jehová
tu camino, y confía en él; y él hará.
Encomendarse a Jehová significa: Confiarle
todo al Señor; vida, familia, trabajo y posesiones para su control y dirección.
Encomendarnos al Señor significa: Confiar y
creer que el cuidará de nosotros mejor de lo que nosotros podemos hacerlo.
Todo lo que le hayamos encomendado a Dios, Él
lo prosperará; sino para tu gusto ciertamente para tu bien.
Si encomiendas a Jehová tu camino, Él hallara
los medios para sacarte de tus apuros, desvanecer tus temores y Él cumplirá las
peticiones de tu corazón.
La forma más precisa de que Dios conceda
todas las peticiones de tu corazón, siempre será primeramente que te deleites
en Él; y siempre que tú encomiendes tu camino a Jehová, ten la plena seguridad
que Dios se encargará de ordenar todas las cosas de tal manera que sean para tu
bien.
No lo dejes para mañana, deléitate hoy en
Jehová; búscale, anhela conocerle, ponlo en primer lugar en tu vida, presenta
delante de Él todos tus proyectos, todas tus metas, búscale y te aseguro que se
encargará de plantar en tu corazón el deseo por aquellas cosas que realmente te
harán y te traerán bien.
Si nos deleitamos en Jehová, veremos las
cosas de manera diferente, veremos la vida de manera diferente y comenzaremos a
anhelar solamente aquellas cosas que a Dios le agraden, que sean para nuestro
bien y que sean para nuestra edificación.
Encomienda a Jehová tu camino y confía en Él
y el hará.
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