Te quiero preguntar:
¿Ya lograste superar
tu pasado o aún sigues aferrándote a el?
¿Aún te atormenta el
pasado haciéndote sentir culpable?
Nuestro pasado está
constituido por experiencias buenas y difíciles, decisiones erróneas y
acertadas, momentos de alegría y de tristezas, y de personas gratas y no gratas
que aún están y otras ya no.
El pasado es todo
aquello que hemos vivido y que de cierto modo nos tiene hoy en el lugar donde
estamos; pero esto no significa que dirija nuestro futuro.
El pasado es algo que
frecuentemente aparece o nos lo recuerdan.
Todos hemos hecho
cosas que han causado estragos en nuestras vidas debido a sus consecuencias, y
hemos tenido que enfrentar los resultados de nuestras malas decisiones; pero no
debemos vivir para siempre con el sentimiento de culpa y vergüenza que esto
provoque y mucho menos enfrentarlo solos.
Muchos de nosotros
llevamos por todas partes los sentimientos de culpa producto del pasado.
Te culpas, no sólo
por lo que hiciste, sino también por lo que debiste hacer y no lo hiciste.
Te culpas por lo que
dijiste y por lo que debiste decir y no lo dijiste.
Te culpas por las
decisiones que tomaste y por las que debiste tomar y no lo hiciste.
Todos hemos hecho
cosas de las que nos avergonzamos al pensar en ellas, y muchos vivimos en medio
de lo que hemos sido y lo que queremos ser, y nos aflige pensar en los juicios
de las demás personas por lo que hicimos; pero aferrarnos a esto es totalmente
catastrófico.
Recordar y culparte
por el pasado, te puede provocar dolor y decepción de ti mismo.
Vivir en el pasado no
te permite disfrutar del presente y proyectarte a un futuro mejor.
Muchos hacen del
pasado su presente, pero ¿Qué conlleva a que esto sea así?
Resistirse a aceptar
la realidad, no mirar hacia adelante, y considerar que una mala decisión tomada
en el pasado, es la causante irremediable de todo lo que se está viviendo, es
la principal razón por la que vivimos aferrados al pasado.
Nunca olvidaremos el
pasado, y tampoco se trata de eso. Más bien se trata de evitar que se convierta
en algo que nos mantenga estancados y atados.
Se trata de no dejar
que nos paralice y nos estorbe.
Se trata de no dejar
que por su causa temamos al presente y al futuro.
Se trata de hacer de
nuestro pasado, un cúmulo de experiencias que nos permitan crecer, avanzar, no
cometer los mismos errores, y seguir poniendo en práctica lo que hemos hecho
bien. Y aunque consideres que tu pasado fue mejor y agradable, debes saber que
es un tiempo que ya no volverá y que te puedes estar perdiendo de lo que Dios
tiene para tu vida hoy.
A continuación, te
enseñaré a cómo dejar atrás el pasado y vivir sin que te afecte.
Primero. Debes lidiar con la culpa que el pasado te
puede estar causando.
La culpa, es
experimentar sentimientos de remordimiento, depresión o rechazo por algo que
ocurrió en el pasado; y para solucionar esto, tenemos que aceptar nuestra
responsabilidad en lo hecho; debemos confesarlo y arrepentirnos delante de Dios
por lo hecho y por el daño causado y dejar el sentimiento de culpa a los pies
de Dios.
Debes aceptar el perdón
de Dios. Cabe decir que esto es con lo que más tenemos dificultad, ya que nos
cuesta creer que Dios nos puede perdonar.
No hay pero que valga.
Dios puede perdonar y quiere perdonarte.
1 Juan 1:9 dice:
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y
justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
El Señor promete no
usar nuestros pecados en contra nuestro, e incluso, no los recordará y no nos
juzgará por ellos después de perdonarnos.
Hebreos 10:17 dice:
Añade:
Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.
Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.
Cree lo que dice el Salmo
103:12
Cuanto
está lejos el oriente del occidente,
hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.
hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.
Cree que Dios hace
nuevas todas las cosas.
2 Corintios 5:17 dice:
De modo que, si alguno está en Cristo, nueva
criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Ningún pecado es
demasiado grande que Dios no pueda perdonar.
Segundo. Pide perdón en lo posible a aquellos a
quienes has hecho daño en el pasado. Haciendo esto, quitarás un peso de sobre
ti, alcanzarás paz y libertad y te resultará mucho más fácil avanzar, pues
sanará tu alma.
Santiago 5:16 dice
Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y
orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede
mucho.
Lo tercero, es una fórmula muy especial.
Lo pasado déjalo
atrás y fija su mirada en lo que tienes por delante.
Filipenses 3:13-14
dice:
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya
alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y
extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del
supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
En otras palabras, no
debemos fijarnos en lo recorrido, sino que ahora tenemos que fijarnos en lo que
nos falta por recorrer.
No te aferres a tu
pasado, más bien, crece en el conocimiento de Dios.
Concéntrate en tu
relación con Él ahora.
Convencerte de que
has sido perdonado por Dios.
Proyectarte hacia una
vida mejor.
Deja a un lado la
culpa y vive libre.
Mira el futuro y no
te dejes agobiar por el pasado.
No te pierdas del
presente, ni afectes tu futuro por estar anclado en el pasado.
Deja de hablar tanto
de tu pasado, habla más bien de tu presente y de tu futuro en Dios y de lo que Él
tiene para ti.
Deja de tratar de
buscarle solución a tu pasado, ocupante del presente y corre hacia la meta.
Acepta lo
experimentado y suéltalo, déjalo ir.
Deja de lamentarte y
decir: Si hubiera hecho esto o lo otro.
Comienza a hacer lo
que debes hacer ahora.
Tu familia, tu
trabajo, tus amigos, tus hermanos y Dios, te necesitan en el aquí y ahora.
La intención de este
ejemplar en formato PDF es que sirva para tu propio uso, o para que lo
compartas con amigos que tengan interés.
No debe ser vendido o
usado con fines lucrativos.
Oidores &
Hacedores
MIRA EL VIDEO👇
No hay comentarios.:
Publicar un comentario