Dios te bendiga
grandemente.
Cada Salmo que
veremos a continuación, refleja un profundo deseo de conocer cuál es la
voluntad de Dios, y cada Salmo que veremos a continuación, nos enseña cómo
pedirle dirección a Dios para vivir de acuerdo a su voluntad.
Dios te quiere guiar,
Dios quiere ser quien te indique qué hacer y qué decisión tomar.
Dios quiere mostrarte
el camino por donde debes andar, y para hallarlo necesitas lo siguiente:
Primero. Necesitas querer ser guiado por Él.
Segundo. Necesitas convencerte de que la Palabra de
Dios, es el principal medio por el cual Él te guiará; ya que, al leer y
aprender constantemente de ella, obtendremos la sabiduría necesaria para
recibir la dirección de Dios en cuanto a nuestra vida y en cuanto a las
decisiones que debemos tomar.
Tercero. Debes tener la disposición de caminar en lo
enseñado y mostrado por Dios.
El Salmo 86 versículo
11:
Enséñame, oh Jehová, tu
camino; caminaré yo en tu verdad;
Afirma mi corazón para que tema tu nombre.
Afirma mi corazón para que tema tu nombre.
En otras palabras,
Dios mío, yo quiero hacer siempre lo que tú ordenes. Enséñame a hacerlo, pon mi
este único deseo.
EL Salmo 143
versículo 10 dice:
Enséñame a hacer tu
voluntad, porque tú eres mi Dios;
Tu buen Espíritu me guíe a
tierra de rectitud.
En otras palabras, enséñame
a hacer lo que quieres que yo haga oh Dios; permite que tu buen Espíritu me
lleve a hacer el bien.
Importante siempre
será, orar pidiendo hacer la voluntad de Dios y no la nuestra.
Una oración pidiendo
dirección, se centra en reconocer el poder que Dios tiene para encaminar
nuestras vidas; y al hacerla, nuestra mente se despierta y se aviva nuestra
voluntad.
El Salmo 5:8 dice:
Guíame, Jehová, en tu justicia, a causa de mis enemigos;
endereza delante de mí tu camino.
En otras palabras,
Dios mío, enséñame a hacer el bien. Llévame por el buen camino, pues no quiero
que mis enemigos triunfen sobre mí.
Ya que los hombres no
perdonan nuestras faltas, exageran nuestras ofensas, mantienen sus miradas
agudas sobre nosotros, y cientos de lenguas contarán la historia de manera
exagerada y adornada con calumnias; tengamos cuidado, y en lugar de lamentarnos
en vano por esto, tengámoslo presente y hagamos que sea un motivo especial para
caminar cuidadosamente delante de Dios haciendo su voluntad.
El Salmo 25
versículos 4-5 dice:
Muéstrame, oh Jehová, tus
caminos;
Enséñame tus sendas.
Enséñame tus sendas.
5 Encamíname en tu
verdad, y enséñame,
Porque tú eres el Dios de mi salvación;
En ti he esperado todo el día.
Porque tú eres el Dios de mi salvación;
En ti he esperado todo el día.
En otras palabras,
muéstrame el camino correcto oh Señor, señálame el camino que debemos seguir, guíame
con tu verdad y enséñame, porque tú eres el único que me puede salvar.
Debemos pedir a
nuestro Padre Celestial, que como niños muy pequeños a quienes todavía les
tiemblan las piernas para caminar, nos lleve de su mano y nos dé las instrucciones
necesarias para vivir como Él siempre ha querido.
El Salmo 139
versículos 23-24 dice:
Examíname, oh Dios, y
conoce mi corazón;
Pruébame y conoce mis pensamientos;
24 Y ve si hay en mí camino de perversidad,
Y guíame en el camino eterno.
Pruébame y conoce mis pensamientos;
24 Y ve si hay en mí camino de perversidad,
Y guíame en el camino eterno.
En otras palabras,
Dios mío, mira en el fondo de mi corazón y pon a prueba mis pensamientos, dime
si mi conducta no te agrada y enséñame a vivir como quieres que yo viva. Señálame
cualquier cosa en mí que te ofenda y guiarme por el camino de la vida eterna.
La Omnisciencia y Omnipresencia
de Dios, le permite escudriñar todo nuestro ser. No para avergonzarnos, tampoco
para que le tengamos miedo; si no para que nosotros podamos acudir a Él, en
busca de su gloriosa luz que revela y expone todo lo que hay en nuestro corazón,
con el propósito de ver con claridad el camino que nos está indicando a seguir.
Este Salmo también
nos enseña, que debemos pedirle a Dios que examine por completo todo vuestro
ser; que explore en nosotros, y si encuentra algún tipo de pecado lo señale y
nos lo revele para arrepentirnos; pues ¿cómo reconoceremos lo malo a menos que
Dios nos lo revele?
Entonces, cuando Dios
nos lo muestre, arrepintamos y pidamos perdón y dejemos que Dios nos guíe por
su buen camino.
Hoy es el día para
acercarnos a Dios en busca de dirección.
La intención de este
ejemplar en formato PDF es que sirva para tu propio uso, o para que lo
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