Quiero dejar establecido
lo siguiente: En primer lugar, Dios muestra su amor para con nosotros en que siendo aún
pecadores Jesucristo murió por nosotros,
según lo enseña Romanos cap. 5 versículo 8 y según 1 de Juan cap. 4 versículo
10 dice: En
esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él
nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
Esto significa, que Dios
siempre da el primer paso.
En segundo lugar, nada nos podrá separar
del amor de Dios según lo enseña Romanos
cap. 8 versículos 38 al 39.
Y en tercer lugar, Dios
nos faculta para amarle al haber derramado en nuestros corazones el amor
verdadero por medio de su Espíritu Santo, según lo enseña la carta a los Romanos
en el cap. 5:5.
Ahora bien, no se trata de
si Dios nos ama, Dios nos ama de manera que nosotros no podemos imaginarlo.
Dios nos ama y nos pide
que le amemos a Él.
Sucede a menudo, que
nuestro amor por Él parece no tener la intensidad, ni la fuerza y la
determinación que debiera tener. Por esta razón, iremos a los siguientes 7
textos Bíblicos que nos ayudarán a probar y a pesar el amor por nuestro Dios.
Piensa en estas preguntas ¿Amas
a Dios? ¿Cuánto le amas? y ¿Qué tan fuerte es tu amor por Él?
Miraremos la primera cosa
que nos ayudará a saber si amamos realmente a Dios leyendo Deuteronomio cap. 6
versículo 5. Dice la Palabra de Dios: Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con
todas tus fuerzas.
Dios nos pide que le amemos,
pero no de cualquier manera. Él pide que le amemos con todo lo que pensamos,
con todos nuestros afectos y con toda nuestra voluntad; es decir, con todo
nuestro ser. Piensa en lo siguiente ¿Amas a Dios de esta manera?
La 2 cosa que nos ayudará
a saber si amamos a Dios, la conoceremos leyendo Deuteronomio cap.11 versículo 1
dice: Amarás,
pues, a Jehová tu Dios, y guardarás sus ordenanzas, sus estatutos, sus decretos
y sus mandamientos, todos los días.
El verdadero amor a Dios,
debe traducirse en una obediencia diaria a su Palabra.
La 3 cosa que nos ayudará
a saber si verdaderamente amamos a Dios la conoceremos leyendo el Salmo 97
versículo 10 dice: Los que amáis a Jehová, aborreced el mal; Él
guarda las almas de sus santos; de mano de los impíos los libra.
Los que aman a Dios
aborrecen el mal. Lo repetiré una vez más: Los que aman a Dios aborrecen el mal.
Al amar verdaderamente a
Dios, sincronizarás tus deseos con los de Él y terminarás aborreciendo el mal.
¿Amas a Dios de esta manera? Piensen esto.
La 4 cosa que nos ayudará
a saber si amamos verdaderamente a Dios la conoceremos leyendo en San Mateo cap.
10 versículo 37 dice:
El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o
hija más que a mí, no es digno de mí.
Estas son Palabras del Señor
Jesucristo.
Escucha lo siguiente: Dios
nos enseña que como hijos debemos amar y honrar a nuestros padres, y también
que como padres debemos amar a nuestros hijos. Él también nos enseña que
debemos amarle a Él por encima de todo. ¿Amas a Dios por encima de todas las
cosas?
La 5 cosa que nos ayudará
a saber si amamos verdaderamente a Dios, la conoceremos leyendo en el Evangelio
según San Juan en el cap. 14 versículo 15 dice: Si me amáis, guardad mis mandamientos.
Estas son también palabras
de Nuestro Señor Jesucristo.
Una pregunta: ¿Qué puede
significar guardar los mandamientos del Señor?
Guardar los mandamientos
del Señor significa, abandonar nuestros propios intereses para aferrarnos a las
Palabras de Nuestro Señor Jesucristo y obedecerlas.
Una pregunta para ti ¿Amas
más lo que tú quieres hacer o lo que Dios quiere que tú hagas? Piensa esto.
La 6 cosa que nos ayudará
a saber si verdaderamente amamos a Dios, la conoceremos leyendo en el Evangelio
según San Juan en el cap. 21 versículo 15 al 17 dice: Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro:
Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes
que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la
segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú
sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez:
Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la
tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te
amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.
Cuando amamos
verdaderamente a Dios, siempre estaremos dispuestos a ir a donde Él nos envíe y
hacer lo que quiere que nosotros hagamos; es decir, siempre estaremos
dispuestos a hacer su perfecta voluntad. Piensa en esto.
Y la 7 y última cosa que
nos ayudará a saber si verdaderamente amamos a Dios, la conoceremos leyendo en 1
de Juan en el cap. 4 versículo 19 al 21 dice: Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. Si alguno
dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama
a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha
visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame
también a su hermano.
Una de las principales
evidencias de que amamos verdaderamente a Dios, es el amor que manifestamos
hacia nuestros hermanos y hacia nuestro prójimo.
A continuación leeremos el
siguiente ejemplo que nos ayudará a entender en qué consiste esto.
Leamos entonces en 1 de
Juan cap. 3 versículo 17 al 18 dice: Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener
necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en
él? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.
La Palabra de Dios es muy
clara, si decimos amar verdaderamente a Dios, también debemos profesar un amor
verdadero por los demás. Muchos también se preguntarán ¿De qué sirve amar a
Dios?
Por esta razón, también te
llevaré en esta ocasión a que conozcas algunas promesas para aquellos que aman
verdaderamente a Dios.
Dice la Palabra de Dios en
el libro de Éxodo cap. 20:6 y hago
misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
Deuteronomio cap. 30
versículo 16 también dice: porque yo te mando hoy
que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus
mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado,
y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión
de ella.
1 Corintios el cap. 2
versículo 9 dice: Antes bien, como está
escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre,
son las que Dios ha preparado para los que le aman.
El Salmo 91 versículo 14
dice: Por
cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también
lo libraré; le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
Y Romanos cap. 8 versículo
28 dice: Y
sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es,
a los que conforme a su propósito son llamados.
La intención de este
ejemplar en formato PDF es que sirva para tu propio uso, o para que lo
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