2 Corintios 10:4 dice:
Porque las armas de nuestra milicia no son
carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.
Sin duda alguna, la
vida de los hijos de Dios es considerada una milicia, por tal razón, tu vida no
puede parecerse a un tiempo vacacional, si no a una escuela donde te entrenas
para la batalla.
Efesios 6:10-18 dice:
6:10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos
en el Señor, y en el poder de su fuerza.
6:11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
6:12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
6:13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
6:14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,
6:15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
6:16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
6:17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;
6:18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;
6:11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
6:12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
6:13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
6:14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,
6:15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
6:16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
6:17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;
6:18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;
A continuación,
analizaremos algunos aspectos básicos de nuestra lucha espiritual.
Primero. ¿Con qué poder
y fuerza enfrentaremos al enemigo?
El versículo 10 dice:
fortalecernos en el Señor y en el poder de sus fuerzas.
Muchos pensarán que
para sobrevivir en esta lucha espiritual hay que ser fuertes, ágiles y rudos;
pero Dios dice: no es necesario; porque son con mis medios, ya que los tuyos no
funcionan.
Te puedes sentir débil,
acosado por el enemigo, cansado, desalentado y pobre, pero teniendo a Dios y
sus instrucciones venceremos.
Quizás seamos débiles y
frágiles, pero no necesitamos usar planes y métodos humanos para ganar la
batalla. Las poderosas armas y defensas de Dios están disponibles para resistir.
Zacarías 4:6 dice: No es con espada, ni con ejército; sino con mi Espíritu dice el Señor.
Segundo. ¿Qué nos ha
provisto Dios para vencer?
El versículo 11 de Efesios
6 dice:
Vestíos de toda la
armadura de Dios.
Estamos en Victoria y
obtendremos la victoria en cada batalla; y para esto, Dios nos ha provisto lo
necesario.
El hecho de que Dios
nos haya proporcionado una armadura; su armadura, es evidencia de su cuidado y
amor hacia nosotros.
Dios no nos da cosas
que no funcionan, lo que Dios da funciona al 100%.
Su armadura es
totalmente eficaz para protegernos y salvaguardar nuestras vidas aún en lo más
recio de la batalla.
Para luchar en contra
de los poderes espirituales no valen las armas humanas; por lo tanto, hay que
fortalecernos en el Señor y vestirnos con su armadura. Estas son las dos cosas
necesarias para poder enfrentar a Satanás.
Respondamos la
siguiente pregunta: ¿Por qué una armadura?
Una armadura, expresada
esta en términos metafóricos con relación a las que en el tiempo de Pablo
usaban los soldados romanos y griegos; pero aplicado en un sentido espiritual,
provee al soldado de protección, seguridad, confianza y ayuda, y esto es
precisamente lo que Dios quiere darnos.
Tercero. ¿Qué es lo que
Dios espera de nosotros en medio de la batalla?
Lo que Dios espera de
nosotros, es que podamos estar firmes contra todas las asechanzas del diablo.
No podemos salir
corriendo ante la primera embestida, debemos defender nuestra posición. Nuestra
posición en el campo de batalla sin lugar a dudas, es defensiva y no ofensiva.
Continuamente
encontramos en el pasaje que leímos palabras tales como: estar firmes y
resistir; e inclusive, la espada del Espíritu aquí mencionada, no es una espada
larga, sino una corta, como especie de una daga. No para persecución, sino para
la defensa personal y librar batallas cuerpo a cuerpo.
La razón de esto, es
que el enemigo está ya de antemano derrotado legalmente en la Cruz del calvario
y no puede ganar la guerra; no puede sacarnos de nuestra posición de victoria
en Cristo, pero si nos puede hacer tropezar; por eso la orden para nosotros es
resistir y estar firmes.
El final del versículo
13 dice: y habiendo acabado todo estar firmes.
En ningún momento del
pasaje se habla de un final donde el creyente sale derrotado; por el contrario,
la victoria es segura si te pones la armadura de Dios.
Satanás anda como león
rugiente, pero Dios no nos ha dicho que persigamos al León, sino que lo
resistamos en el día malo.
Cuarto. ¿Contra quién
es nuestra lucha espiritual?
El versículo 12 dice,
que es en contra de seres espirituales caídos que están al mando de Satanás.
No son personas, son
seres malignos; no son simples fantasías, son reales.
Estos seres son
nuestros enemigos y tienen sus blancos fijos para atacar.
Detrás de todo lo que
se opone a Dios, a sus hijos, a Jesucristo, al Evangelio, están los poderes
invisibles y el engaño del diablo.
Quinto. ¿cuál es la
orden de nuestro Capitán?
Su orden es tomar toda
la armadura que Él nos ha provisto para que podamos resistir en el día malo.
A partir de ahora, nos
deleitaremos en el estudio de lo que realmente es y significa la armadura de
Dios; analizaremos cada pieza, conoceremos la razón de Satanás al atacarnos y
descubriremos los beneficios que esta poderosa armadura nos brinda.
-Lo primero que
encontramos en esta armadura, es el cinturón de la verdad; el cual proporciona
firmeza y seguridad.
Hay dos cosas que
cobran mucho sentido en esto.
Primero. Aquí la verdad
debe ser entendida como la verdad contenida en la Palabra de Dios; y segundo,
debe ser tomada en el sentido de tu propia integridad.
Ahora bien, conociendo
la pieza de la armadura, descubriremos a que le apunta Satanás.
Satanás le apunta al
poder de la Palabra de Dios en ti y a tu integridad. Por lo tanto, día tras día
debes mantenerte aferrado a la verdad de Dios y viviendo siempre en integridad;
ya que sabe el diablo, que, si logra afectar esto, tropezarás; y tu testimonio
y la obra del Espíritu Santo en ti, se verá afeada por ello.
-Lo segundo que
encontramos en esta armadura, es la coraza de justicia. Debe entenderse aquí el
término justicia como rectitud de comportamiento y conducta.
Ahora bien, conociendo
la pieza de la armadura, descubriremos a qué le apunta Satanás.
Satanás sabe que, si
logra afectar nuestra rectitud y nuestra vida acorde a la Palabra de Dios,
contristaremos al Espíritu Santo y se desdibujará la imagen de Jesucristo en
nosotros.
Recuerda, la coraza
debe cubrir de manera total todo tu pecho donde se encuentra especialmente tu
corazón. Por tal razón, expande y amplía tu vida en rectitud para siempre estar
protegido, de modo que el enemigo no encuentra ningún lugar por donde hacerte
daño.
-Lo tercero que
encontramos en esta armadura, es el calzado del Evangelio de la paz.
Calzarse los pies con
el Evangelio, aquí no es para salir a las misiones; sino, para estar bien
parados en el día malo. Significa, que la necesidad de hacerlo es para gozar de
la paz interior pues con sus verdades podemos tener seguridad de la victoria en
la batalla.
Ahora bien, conociendo
la pieza de la armadura, descubriremos el blanco de Satanás.
Te pregunto:
¿Realmente conoces el Evangelio?
¿Sabes en qué consisten
las Buenas Nuevas de salvación de nuestro Señor Jesucristo?
¿Te dan las verdades
del Evangelio seguridad?
-Lo cuarto que encontramos
en esta armadura, es el escudo de la fe.
Tomemos nota de los
siguiente: Este escudo, no es el escudo pequeño de alrededor de 70 cm que
llevaban los soldados de a caballo; este escudo era el escudo grande de más de
1 m de largo, que cubría de por debajo de las rodillas hasta la altura de los
ojos.
Este escudo, es un
escudo de fe o que representa la fe. En otras palabras, representa nuestro
firme apego a la verdad de Dios revelada, nuestra confianza en Dios y en lo que
Él nos ha prometido.
Esta fe, puede hacer
que toda duda del enemigo caiga al suelo y termine inofensiva por más fuerte y
agresiva que sea.
No puedes caer en una
situación en la que la fe no te sea útil. Hay una promesa de Dios dedicada para
cada situación, y Dios tiene sabiduría, habilidad, amor y fidelidad para
librarte de cada peligro y, por lo tanto, sólo tienes que confiar en Dios y de
seguro vendrá la liberación.
No sé si lo has notado,
pero toda la armadura de Dios resulta efectiva y mucho más poderosa que
cualquier ataque del enemigo.
-Lo quinto que
encontramos en esta armadura, es el yelmo o casco de la salvación.
El versículo 17 dice:
Tomad el yelmo de la salvación. En otras palabras, tomad, recibir, aceptar. No
opcionalmente si no obligatoriamente.
Recuerda que la
salvación es un regalo de Dios.
Te preguntarás: ¿Por
qué la salvación como casco?
Es la salvación como
casco, porque la seguridad de nuestra salvación presente y futura, es la mejor
protección para la cabeza; ya que permite que la mente del creyente no se vea
afectada por la tentación de duda e inseguridad.
Ahora bien, conociendo
la pieza de la armadura, descubriremos el blanco de Satanás.
El blanco aquí de
Satanás, es tu mente. Por lo tanto, protege tu mente; llénala de la Palabra de
Dios y de la seguridad de nuestra salvación eterna.
-Lo sexto que
encontramos en esta armadura, es la espada del Espíritu que es la Palabra de
Dios.
La Palabra de Dios, es
útil para todo; y en este caso resulta en un arma defensiva para la persona
quien la empuña.
Esta espada nunca nos
debe faltar en la defensa de nuestra fe, de nuestra seguridad, de nuestras
bendiciones, de nuestra familia, de nuestro trabajo y en la defensa de nuestra
relación con Dios.
El texto también dice,
que esta espada es la espada del Espíritu; porque es el Espíritu Santo quien te
la ofrece y te capacita para usarla.
No podemos terminar sin
recalcar lo que dice el versículo 18 de este Efesios 6, ya que sin duda alguna
nada ha de funcionar sin oración.
En este versículo, el Señor
nos exhorta a que oremos en todo tiempo, con todo tipo de oración, acciones de
gracias, peticiones y súplicas guiadas por el Espíritu Santo, orando con toda
perseverancia y orando los unos por los otros.
Recuerda siempre, que
la vida cristiana está llena de batallas en contra de fuerzas malignas
encabezadas por Satanás; para contrarrestar sus ataques, debemos depender de la
fuerza de Dios, usar cada pieza de la armadura que Él nos ha provisto y
acompañar todo con oración. Haciendo esto, es imposible que Satanás nos derribe.
MIRA EL VIDEO👇
No hay comentarios.:
Publicar un comentario