Por
nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios
en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Las siguientes dos
cosas, siempre han sido la voluntad de Dios.
Primero. Que no nos afanemos por nada.
Segundo. Que traigamos siempre delante de Él todas
nuestras peticiones.
En este mensaje
aprenderás a cómo hacerlo de manera eficaz; pero no sin antes hablar un poco
acerca de la gran necesidad de liberarnos de todo afán, ansiedad y preocupación.
Dejemos establecida
la siguiente verdad:
El medio principal
para ser libre de la ansiedad es la oración.
No estar afanosos por
nada parece algo imposible, pero la Palabra de Dios nos aconseja cambiar
nuestras preocupaciones por oraciones.
Para estar menos
preocupados debemos orar más y en el momento en que algo comience a
preocuparnos y a generar en nosotros ansiedad, detengámonos y oremos, llevando
todas nuestras peticiones ante Dios.
Nuestras cargas deben
ser arrojadas diariamente de nuestros hombros mediante un acto decisivo de
entrega y rendición a Dios; sólo así han de ser dejadas de llevar por nosotros.
1 Pedro 5:7 dice:
Echando
toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
Y Lucas capítulo 12:29-30
dice:
Vosotros, pues,
no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni
estéis en ansiosa inquietud.
12:30 Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas.
12:30 Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas.
Toda ansiedad acerca
de las cosas materiales, aún cuando se traten de las cosas más necesarias para
la vida, es indigna de los hijos de Dios.
Los hijos de Dios no
debemos andar ansiosos, sino que siempre debemos pedir lo que necesitamos a
nuestro Padre, y no es necesario que nos inquietemos con preocupaciones sobre
las cosas necesarias para la vida, pues nuestro Padre celestial sabe de qué
cosas tenemos necesidad.
Ahora bien, si la
mejor medicina para el afán y la ansiedad es presentar ante Dios todas nuestras
peticiones ¿Cómo lo hacemos de manera eficaz?
Filipenses 4:6 lo
dice claramente:
Por
nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios
en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Primero que todo, nuestras peticiones deben ser
llevadas delante de Dios; esto significa, que antes de ir a los hombres a
contarles acerca de nuestras situaciones y de las cosas que necesitamos,
debemos contárselo a Dios. Debemos primero ir a Dios; no vayas al nombre, ve
primero a Dios.
Segundo. Debemos hacerlo en oración; esto significa,
que al momento de orar por tus peticiones debes contárselo todo a Dios. No te
quedes con nada, habla con Él y hazlo como un hijo que se acerca a su padre
sabiendo que le ama y que se preocupa por él.
No ocultes ninguna
petición, no permitas que ninguna necesidad se quede alojada en tu pecho provocando
ansiedad.
Si olvidamos
descansar en Dios llevando nuestras peticiones ante Él, terminamos en apuros y
haciendo lo que primero se nos ocurra.
Si no traes tus
peticiones ante Dios en un diálogo con Él, te aseguro que pronto estarás
angustiado por tanta preocupación.
Si tus necesidades
son muchas, haz que tu oración también lo sea.
Tercero. Debemos presentar nuestras peticiones ante
Dios en un profundo ruego.
Rogarle a Dios
significa, pedir confiando en su gracia para con nosotros.
Rogarle a Dios por lo
que necesitamos, nos permite siempre acercarnos a Dios con humildad y no con
una actitud arrogante.
Orar con ruego, nos
permite reconocer que Dios es quien tiene la última palabra, Él es quien decide
cómo y cuándo respondernos.
Daniel 9:18 dice:
Inclina,
oh Dios mío, tu oído, y oye; abre tus ojos, y mira nuestras desolaciones, y la
ciudad sobre la cual es invocado tu nombre; porque no elevamos nuestros ruegos
ante ti confiados en nuestras justicias, sino en tus muchas
misericordias.
Hebreos 5:7 nos
enseña algo muy especial dice:
Y
Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y
lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor
reverente.
Cuando hablamos de
ruego, no hablamos de miedo. Hablamos de un temor respetuoso de Dios.
Cuarto. Al presentar todas nuestras peticiones
delante de Dios, debemos hacerlo con acciones de gracias; lo cual significa,
que debemos dar gracias a Dios por todo lo que Él ha hecho, como lo ha hecho y
cuando lo ha hecho.
Dar gracias a Dios
por todo, aleja la amargura, el desánimo y el descontento por lo vivido.
Dar gracias a Dios
por todo, alegra el corazón de Dios y alegra el tuyo también.
Expresar gratitud a
Dios lo glorifica y lo enaltece.
La gratitud a Dios, alivia
la ansiedad, nos evita pensar que la vida gira en torno a nosotros y a nuestras
necesidades.
La acción de gracias
en la oración, es la mejor manera de salir de la depresión y del desánimo.
La gratitud a Dios,
es la mejor manera de revitalizarnos en Él.
Respondamos la
siguiente pregunta ¿En qué nos ayuda llevar todas nuestras peticiones ante Dios?
Primero. Llevar nuestras peticiones ante Dios,
engrandecen nuestra comunión con Él, nuestra confianza aumenta y se fortalece
nuestra fe.
Segundo. Cuando persistimos en traer nuestras
peticiones ante Dios, estamos diciéndole, que no nos importa lo demás, sino su
respuesta.
Tercero. Llevar nuestras peticiones ante Dios, nos
permite descansar.
Cuarto. Llevar todas nuestras peticiones ante Dios,
nos permite caminar en obediencia; pues Él es quien nos ha dicho que lo hagamos.
Quinto. Llevar todas nuestras peticiones ante Dios,
permitirá a nuestro corazón experimentar gloriosa paz como lo dice Filipenses
4:7 dice:
Y
la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y
vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Recuerda siempre:
Cuando tengas necesidades, llévalas todas delante de Dios. Ve delante de Él
antes de ir a cualquier otra persona.
Ora delante del Señor
con todo ruego.
Ora confiando en su
gracia y no en tus obras. Hazlo confiando en Él como tu Padre, el cual conoce
todas nuestras necesidades.
Algo muy importante:
Dale gracias en absoluto por todo, no importa si lo que estás viviendo es
difícil, no importa si tienes poco o tienes mucho; dale gracias por todo.
Regocíjate en Él y siempre confía que Él conoce todas nuestras peticiones antes
que las presentemos delante de Él
La intención de este
ejemplar en formato PDF es que sirva para tu propio uso, o para que lo
compartas con amigos que tengan interés.
No debe ser vendido o
usado con fines lucrativos.
Oidores &
Hacedores
MIRA EL VIDEO👇
No hay comentarios.:
Publicar un comentario