Cómo y con qué vencer lo malo

Dios te bendiga en gran manera.

Huy aprenderás a cómo y con qué vencer lo malo; si, huy aprenderás a vencer el mal.

Quiero comenzar este mensaje formulando tres posibles preguntas que muchas personas se harán al leer, ver y oír el título de este mensaje.

¿Realmente es posible vencer lo malo?

¿Puedo yo vencer lo malo?

Si realmente podemos vencer lo malo ¿por qué hay tanta maldad en el mundo?

El mal, siempre ha sido un gran problema que aqueja a toda la humanidad y esta es la principal razón por la cual hoy deseo que aprendas a cómo vencerlo.

Quiero compartir el texto de la Palabra de Dios que me inspiró a traer este mensaje para todos ustedes, el cual lo encontramos en la Carta a los Romanos 12:21 dice de la siguiente manera: No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal. 

Sin duda, no podemos negar la existencia de la maldad; pero debo decirte que lo malo no es algo que tenga existencia en sí mismo, sino que lo malo termina siendo la ausencia o el deterioro de lo bueno.

Es pues el mal, todo lo opuesto al bien, a lo útil y a lo benéfico.

Por ejemplo: El amor es lo bueno y el odio lo malo; la obediencia es lo bueno, y la desobediencia termina siendo lo malo.

Siempre la maldad será la ausencia de toda cosa buena, benéfica, excelente y moral; siempre la maldad terminará siendo lo opuesto a lo bueno.

Concluyamos: Cuando abandonamos el bien y optamos por hacer lo contrario, terminamos dándole origen a lo malo o la maldad.

Presta atención a lo que el Señor Jesucristo enseñó acerca de la maldad.

Leamos en San Marcos capítulo7:21-23 dice:  Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios,  los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez.  Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.

Es claro, es de dentro del corazón de los hombres de donde sale lo malo y esto desde aquel día en que decidimos desobedecer al Creador. Hoy aprenderás, a cómo y con qué vencerlo; abre tu mente y tu corazón a lo que escucharás.

La palabra de Dios enseña, que el antídoto, el remedio, la cura y el arma para vencer lo malo es el bien, así lo leímos en el texto de Romanos 12:21

¿Con que se vence el mal?

Respuesta: Con el bien

Parece ser una respuesta muy sencilla, pero lo sencillo en este caso resulta siendo lo eficaz.

Vencerás el mal, cuando tomes la decisión de hacer el bien.

Vencerás el mal, cuando te decidas a hacer lo opuesto a el.

El bien, termina siendo entonces el arma que Dios entrega en mano de los hombres para que venzan el mal. Te preguntarás ¿qué es el bien? El bien es todo lo que procede de Dios; por ejemplo: el amor, la obediencia, la compasión, perdón, la humildad; todo esto procede de Dios y todo aquello que se considere como moral, excelente y bueno.

Ahora que ya sabes que con el bien puedes vencer el mal, a continuación te enseñaré a cómo usarlo.

Leamos Romanos 7:12 dice: De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno. 

Esto significa, que observando y obedeciendo los mandamientos de Dios terminaré haciendo el bien y por consecuencia venciendo el mal.

No en vano escribió el rey Salomón en Eclesiastés 12: 13 que dice: El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. 

Para entender un poco más acerca de lo que es hacer el bien y poner en práctica los mandamientos de Dios, leamos en Romanos 12:14-21 y dejemos que sea la Palabra de Dios la que nos enseñe.

12:14 Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis.
12:15 Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.
12:16 Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión.
12:17 No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres.
12:18 Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.
12:19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
12:20 Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.
12:21 No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal. 

Oh mi Dios, si tan sólo los hombres entendieran que es sencillo, que podría resultar simple reducir la maldad en este mundo; si tan sólo hicieran el bien, si tan sólo oyeran tu vos, si tan sólo Señor de los cielos pudieran entender que tienen en sus humanos la oportunidad de acabar con la maldad. Que entiendan Señor te lo pedimos, que Tú eres la fuente de todo bien y que Tú pones en sus manos a través de tu Palabra el arma, la cura y el antídoto para la maldad sobre la tierra.

La intención de este ejemplar en formato PDF es que sirva para tu propio uso, o para que lo compartas con amigos que tengan interés.

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