¿Sabes cómo debe ser
tu vida y qué actitud debes tener hasta la venida del Señor?
La promesa del Señor
acerca de su segunda venida es firme y fiel en la Palabra de Dios.
Comenzaremos leyendo
Apocalipsis 22:20 el cual dice:
El que da
testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí,
ven, Señor Jesús.
Este versículo
expresa lo que debe ser el mayor anhelo de nuestro corazón: Que el Señor venga
pronto; si, ese debe ser el anhelo de nuestro corazón.
Nosotros, quienes
hemos llegado el final de los tiempos, tenemos el privilegio de ver el cumplimiento
de las profecías y de la Palabra de Dios; todo ello para darnos testimonio de
que el Señor viene pronto.
Sin duda estamos
viviendo los últimos tiempos, y la Palabra del Señor enseña que en este tiempo,
por haberse multiplicado la maldad el amor de muchos se enfriara; y resulta y
pasa que aún nosotros terminamos convirtiéndonos en témpanos de hielo y
terminamos viviendo de cualquier manera y no como aquellos cuyos corazones
anhelan la venida de su Señor.
Los textos que
veremos a continuación nos enseñan, cómo debemos vivir y qué actitud debemos
tener mientras esperamos la segunda venida de Cristo.
2 Pedro 3:14 dice:
Por
lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia
ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.
Este texto nos enseña
con claridad, que debemos ser hallados por Él en su venida, viviendo de una
manera irreprensible, sin mancha y absolutamente en paz.
Para su segunda
venida, el Señor espera que no vivamos de cualquier manera; debemos esforzarnos
a vivir una vida sin tacha y en paz en lo posible con todos los hombres.
El segundo texto lo
encontramos en Santiago 5:7-8 dice:
Por
tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el
labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta
que reciba la lluvia temprana y la tardía.
Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca.
Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca.
- Debemos
aguardar con paciencia hasta la venida del Señor, tomando como ejemplo
aquel labrador que prepara la tierra y espera hasta que llueva.
No sabemos el día, no sabemos la hora,
todo esto está en la plena y soberana voluntad de Dios, solamente debemos usar
de paciencia hasta el que el Señor venga.
Cuantos quizás están
siendo perseguidos por causa del Señor y cuantos viven rechazo y menosprecio.
Sé paciente porque el Señor traerá consigo la recompensa para cada uno de sus
hijos.
- Debemos
afirmar vuestros corazones porque la venida del Señor se acerca.
El tercer texto lo
encontramos en 1 Tesalonicenses 5:6 dice:
Por
tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios.
En otras palabras,
debemos vivir sabiendo que el Señor en cualquier momento puede aparecer por
segunda vez.
El cuarto texto lo
encontramos en San Mateo 24:42 y versículo 44 dicen:
Velad, pues,
porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.
Por tanto, también
vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no
pensáis.
1.
Nuestro
Señor Jesucristo nos enseña que debemos velar
2.
Debemos
estar preparados.
Velar implica estar
despierto, aun cuando otros duermen, por la razón que cada uno de nosotros
estamos esperando.
Estar preparados
significa: vivir de una manera irreprensible, sin mancha y en paz.
Vivir sobriamente,
vivir velando, siempre despiertos, siempre firmes, vivir con un corazón bien
afirmado en las promesas del Señor y en su Santa Palabra.
Estar preparados
significa: Siempre estar llenos del Espíritu Santo.
Estar preparados
significa: Siempre estar en plena comunión con el Señor, con la intención de
que en el momento que el Señor aparezca, podamos ser hallados dignos de Él.
Estar preparados
significa: Andar como si el Señor viniera hoy mismo.
Estar preparados
significa: Vivir en completo temor a Dios, amándonos los unos a los otros y en
plena comunión los unos con los otros.
La Biblia enseña que
debemos de vivir de esta manera porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que
no pensáis.
El último texto lo
encontramos en Hebreos 10:25 el cual dice:
No
dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos;
y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Te invito, a que cada
vez que tengas la oportunidad de reunirte y congregarte juntamente con tus
hermanos en la fe, bebes hacerlo sin vacilar.
También te invito a
que te hagas la siguiente pregunta: ¿Realmente estoy viviendo como alguien que
anhela la segunda venida del Señor?
Sólo le pido a Dios
quien conoce tu corazón y mi corazón, que te levante de dónde estás postrado,
que te dé el poder para que puedas vivir como alguien que espera la segunda
venida de nuestro Señor Jesucristo.
Prepárate, vela, se
sobrio, vive de una manera irreprensible, vive en paz en cuanto dependa de ti.
Que Dios te guarde y
te bendiga
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