¿Consideras que es
una fe firme, estable y persistente?
¿Es tu fe una fe
genuina? o ¿Es tu fe hoy una fe débil, poca, inactiva e intermitente?
¿Se encuentra tu fe asediada
por las dudas y el temor?
Si esto es así, el
propósito de este mensaje es enseñarte algunas cosas que permitirán que tu fe
sea una fe en continuo crecimiento, una fe sólida y una fe que te permita ver a
Dios una vez más obrando en tu vida.
Si somos nacidos de
Dios tenemos fe.
La fe es un don de
Dios y todo ser humano nacido de Dios tiene fe.
Nada es posible sin
fe y sin fe es imposible agradar a Dios según Hebreos 11:6
Sucede que a menudo
aparecen situaciones que afectan el crecimiento y aumento de nuestra fe
Lucas 17:5 dice:
Dijeron
los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe.
Al tener poca fe o
una fe débil, somos separados de los recursos de Dios.
Al tener poca fe o
una fe débil, en muchas áreas de nuestra vida terminamos siendo ineficaces.
Cuando nuestra fe
tambalea, tomamos malas decisiones.
Cuando nuestra fe es
poca, comenzamos a vagar como los israelitas en el desierto por 40 años gracias
a su incredulidad.
Una fe vacilante,
puede hacernos perder de muchas bendiciones de Dios.
La inestabilidad
espiritual afecta nuestro crecimiento en fe; somos perturbados por las cosas
insignificantes, y nuestra confianza en Dios se vuelve débil. Entramos a
cuestionar a Dios y dudamos de lo que Él nos ha dicho.
Nuestro gozo
disminuye, la paz interior se esfuma cuando nuestra fe se debilita.
Nuestra fe se
debilita, cuando dudamos por que no vemos a Dios trabajando en nuestras
circunstancias; le pedimos y no pasa nada.
Se debilita nuestra
fe, al pensar que confiar en Dios va en contra del razonamiento humano.
Debilita nuestra fe,
enfocarnos en nuestras circunstancias en vez de enfocarnos en Dios.
Se debilita nuestra
fe, porque prestamos atención a las dudas y no a quien es Dios y a lo que Él
nos ha prometido. Pero si tu fe hoy es poca y débil, esto te ayudará a salir de
esta situación; presta mucha atención y puedes tomar nota de lo siguiente:
Debes creer que la
Biblia es Dios hablando, y debes considerar la Biblia como autoridad absoluta
de parte de Dios. 2 Pedro 1:19 dice:
Tenemos
también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos
como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y
el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;
A medida que creamos
lo que la Biblia dice acerca de Dios y que pongamos en Él nuestra confianza en
medio de las pruebas y no es nuestra sabiduría, aumentará nuestra fe.
Si usted permite que
Dios le dirija en tomar decisiones que exijan que creamos y nos apoyemos en el
Señor, su fe aumentará.
Ejercita
continuamente tu fe decidiendo confiar en Dios en cada situación; esto ayudará
a su crecimiento y fortalecimiento.
Las promesas de Dios fortalecen
nuestra fe, pero antes de apropiarnos de una promesa de Dios, debemos poner
nuestra fe en Cristo como nuestro Salvador personal y vivir de acuerdo a
nuestra fe en Él.
Para que tu fe
aumente, aprovecha cada experiencia espiritual extraordinaria que tengas con
Dios, ya que ellas nos ayudan a conocerle más.
Recordar la fidelidad
de Dios en el pasado aumenta nuestra fe. No debemos olvidar todo lo que Dios ha
hecho por nosotros.
Meditar en la Palabra
de Dios aumenta nuestra fe.
Elegir confiar en
Dios aumenta nuestra fe.
Toma la decisión de
creerle a Dios y obedecerle sin importar cómo te sientas.
Piensa en lo
siguiente y esto aumentará tu fe.
Un Dios omnisciente,
que creo el tiempo y lo controla, no puede estar retrasado.
Piensa también en
esto: Esperar en el Señor requiere fe; sólo porque no podemos ver lo que está
haciendo, no quiere decir que está inactivo. Esto aumentará tu fe.
Aférrate a la gran
verdad de que Él te ama y lo sabe todo. Dios sabe el pasado, el presente y el
futuro y conoce el momento indicado para cada respuesta.
Las siguientes verdades Bíblicas también ayudarán a
aumentar tu fe.
Primero. Dios conoce nuestras necesidades.
Mateo 6:8 dice:
No os hagáis,
pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis
necesidad, antes que vosotros le pidáis.
Segundo. Dios ha prometido estar con nosotros.
Mateo 28:20 dice:
Enseñándoles que
guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros
todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Tercero. Nada es difícil para Dios.
Marcos 10:27 dice:
Entonces Jesús,
mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque
todas las cosas son posibles para Dios.
Escuchar y observar
los testimonios de otros aumenta nuestra fe.
Cuando usted escuche
los hechos poderosos de Dios en la vida de alguien más, su fe en Dios crecerá.
Para terminar, sigue
estos pasos y tu fe crecerá.
Primero. Lea la Biblia.
Usted debe alimentar
su fe con una dieta constante de la Palabra de Dios.
Segundo. Ejercite su fe.
Enfrente desafíos y
tome decisiones confiando en lo que Dios le ha dicho.
Tercero. Acepte las pruebas como un proceso de
purificación de su fe.
Las dificultades
eliminan lo que no es fe.
Cuarto. Usted debe orar.
Se llega a conocer a
Dios hablando con Él.
Esto aumenta nuestra
fe.
Quintó. Obedezca.
Nunca creceremos si desobedecemos
lo que Dios nos ha dicho que hagamos.
La fe perfecta es un
producto de la obediencia.
La fe aumentará como
resultado de nuestra obediencia a Dios en las cosas más pequeñas. Cada paso de
obediencia fortalece nuestra confianza en Dios; una fe grande, comienza con
pasos pequeños.
Nunca olvides esto: Todas
las grandes obras de Dios han sido realizadas a través de hombres y mujeres débiles
que dependieron totalmente de Dios.
La intención de este
ejemplar en formato PDF es que sirva para tu propio uso, o para que lo
compartas con amigos que tengan interés.
No debe ser vendido o
usado con fines lucrativos.
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