¿Qué es lo que Dios
trata de hacer con mi vida al permitirme pruebas y aflicciones?
Deuteronomio 8:1- 20
En esta ocasión
leeremos solamente el versículo 1-3 dice:
Cuidaréis
de poner por obra todo mandamiento que yo os ordeno hoy, para que viváis, y
seáis multiplicados, y entréis y poseáis la tierra que Jehová prometió con
juramento a vuestros padres.
Y te acordarás
de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en
el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu
corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.
Y te
afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías
tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan
vivirá el hombre, más de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el
hombre.
Las pruebas y las
aflicciones se constituyen en los medios por los cuales Dios nos enseña y forma
nuestro carácter.
Dios las permite en
nuestras vidas, con el firme propósito de que alcancemos madurez, para así
convertirnos en buenos administradores de lo que Él tiene reservado para cada
uno de nosotros.
El propósito de Dios
para con su pueblo después de sacarlo de Egipto, era introducirlo en la tierra
la cual él les había prometido; esto para ellos se convertiría en la mayor
bendición, pero Dios que conoce los corazones, sabe que es necesario primero
formar nuestro carácter y educarnos para que podamos alcanzar madurez con tal
de que lo que Él nos da para bien no se convierta para mal debido a un carácter
débil y cambiante.
La Biblia enseña que
Dios le permitió al pueblo de Israel divagar en el desierto por 40 años.
El desierto se
convirtió para el pueblo en una escuela.
¿Qué era lo que Dios
quería que ellos aprendieran en medio del desierto?
Lo que Dios quería
que ellos aprendieran en medio del desierto, es lo mismo que Dios quiere que tú
y yo aprendamos por medio de las pruebas y aflicciones.
Dios quería que ellos
aprendieran obediencia.
Aprender a obedecer
los mandamientos de Dios, no solamente te garantiza vida en abundancia aquí en
la tierra, sino que te preservan para la vida eterna que Dios tiene reservada
para sus hijos.
Otra razón por la
cual Dios deseaba que ellos aprendieran a obedecerle, era para que pudieran ser
multiplicados en la tierra donde Dios les había de introducir.
El obedecer a Dios,
es lo único que te puede garantizar la plena bendición de Dios y que tu vida
sea una vida fructífera.
Dios quería que ellos
aprendieran obediencia a su Palabra, para que ellos pudieran entrar y
conquistar la tierra que Él les entregaba.
A menos de que
aprendamos a obedecer a Dios, conquistaremos lo que tenemos al frente.
Cuando obedecemos a
Dios, Él se encarga de pelear las batallas por nosotros.
Debemos obedecer a
Dios y dejar todas las consecuencias en sus manos.
Aunque las pruebas y
aflicciones sean al parecer desagradables, resulta provechoso no olvidar esos
momentos de trato del Señor y de mucho aprendizaje nuestras vidas.
Dios nos permite las
pruebas y aflicciones, para saber lo que hay en nuestro corazón y mirar si
somos fieles a Él, tanto en la escasez como en la abundancia.
A medida que Dios
permite las pruebas y aflicciones, se revela lo que realmente hay en nuestro
corazón, y es allí donde Dios comienza el verdadero proceso de refinamiento de
nuestro carácter.
Dios nos aflige y nos
prueba, pero también nos sustenta y está con nosotros en el proceso.
Es la voluntad de
Dios que en todo seamos agradecidos con Él, tanto en lo más pequeño como en lo
más grande.
Inevitablemente
después de la tormenta viene la calma y detrás de las pruebas y aflicciones
llega la gran bendición de Dios.
No hay forma que Dios
te niegue sus grandes bendiciones después de ser probado y afligido.
Dios te aflige y te
prueba para formarte. Dios lo hace con el propósito de ensancharte desde dentro
hacia afuera, para que al momento de Él bendecirte, puedas llegar a ser un buen
administrador de todas las cosas que Dios tiene preparadas para ti.
Demos siempre gracias
a Dios en todo, pues Él nos guía conforme a su voluntad. Pidamos que Él nos
enseñe todo lo necesario para poder alcanzar la madurez que Él desea que
alcancemos.
La intención de este
ejemplar en formato PDF es que sirva para tu propio uso, o para que lo
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